poemas no se ve.
Es
como una maldición, una atadura, un misterio;
la poesía viene
de allá y hacia allá retorna.
Lo único que se ve de la poesía
son los versos.
El dinero producto de su venta
desaparece
como el del crimen.
La poesía
estriba
entre el hambre y el caviar
entre lo invaluable y
lo gratis.
Nada la obtiene, se sale de los libros
huye
del poeta, le rehuye hasta el olvido.
No se ve, la poesía
es agua cristalina: brillo y fondo.
La poesía es una
diosa que existe y no se ve
no necesita que la vean.
Los
poemas están velando a Tácito.
La
poesía no se ve en los aplausos ni en las bibliotecas de los
lectores estafados
ni en las curvas
no se ve
donde esperas verla.
No
está en las mafias editoriales,
en los talleres donde ofreces lo
que no posees.
Al final escribir y leer poesía parece un arte menor y peor valorado, pero es el máximo exponente de la palabra y de la literatura.
ResponderEliminarUn buen poema, y real. Un abrazo
Completamente de acuerdo, Albada. Muchas gracias de parte de Dufay!!! Un fuerte abrazo
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