Finalista del IV Concurso Litteratura de Relato
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Foto: www.mejorconsalud.as.com |
Ni
siquiera en aquel vívido obsequio del subconsciente, Ezequiel podía
creer que se encontrara durante más de cinco segundos frente a
aquella majestuosa mujer a quien tantos años había dedicado su indisimulada
atención, aquella proclamada protagonista de todas y cada una de sus
despiertas y húmedas fantasías, por la que era capaz de vender su
alma al diablo; ¿acaso ya había firmado el contrato?... Sin previo
aviso, sus labios se entrelazaron jadeantes entre sí, y la lengua,
revoloteando en su interior, le despertó la libido como nunca
antes... Sus compañeros de oficina transitaban por los
corredores de sus cubículos, mientras ellos entrelazaban los cuerpos
en un revuelco frenético que terminó por arrojar la computadora,
una montaña de papelerío y todos los elementos de escritorio al
suelo, tal como si se tratara de un acontecimiento digno de
interrumpir toda rutina laboral; hasta que de repente, ella se detuvo
un instante para recobrar el aliento, elevó aquel torso provocativo por encima de
su presencia recostada incómodamente, desabrochó botón a botón su
escotada camisa blanca, y a punto estaba de quitarse el sostén
cuando...