Finalista del IV Concurso Litteratura de Poesía
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Foto: Recordando El Salvador |
Y lo oscuro de la mar.
Por eso miro el punto más lejano que alcanza a ver mi ventana.
Y los ojos se me ensanchan, se separan, se estiran hacia los lados
para abarcar un mar que me invento.
Quiero decir que las cosas son únicas y están donde están.
Y uno ya nunca se sentirá completo.
Siempre estará echando algo de menos.
A alguien, en realidad.
El duelo de los jocotes es el precio de conocerlos.
No querría la alternativa, aunque duela menos.
Recuerdo que probando el primero hice reír a Vivi.
No entendí su sabor e intenté equipararlo:
medio ciruela, medio cereza. Pero no.
Un jocote es un jocote. No se parece a nada.
Y sólo está en Guate, esperándome siempre.