domingo, 26 de marzo de 2023

Tesoros......David Tuero Rodríguez

Mención Especial del Jurado del IV Concurso Litteratura de Relato 

La casa es grande, pero no hay un resquicio sin ocupar. Los periódicos se acumulan en el suelo, formando una pasarela de imágenes y letras que impide ver los azulejos de Manises típicos de la zona. Sobre los diarios, montañas de libros, muñecas, latas de conservas abiertas y cerradas, cables y todo tipo de enseres de imposible catalogación.
     Hoy me he levantado despejado. Frente al espejo, mojo mi cara y la restriego con fuerza, como si con ello pudiera aclarar mis ideas. Mi mente es una lavadora que hoy parece estar apagada, o al menos, que no gira tan deprisa.
        El cristal me devuelve una cara rugosa, unos ojos inyectados en sangre y un pelo blanco completamente desordenado. A mi camisa le faltan botones, mi pantalón tiene el elástico roto y mis zapatillas no son hermanas: una babucha con un dibujo de Piolín y otra cerrada clásica de cuadros.
         Al salir al pasillo tropiezo con una caja repleta de cachivaches de metal, que caen al suelo provocando el ruido de cientos de campanillas. “¿Para qué quiero todo esto?...”
         La repisa del mueble del pasillo está plagada de figuras y muñecas mutiladas, ninguna conserva todos sus miembros. Acaricio a una sevillana en cuya base se puede leer "Recuerdo de Benidorm", las telas de su vestido desgajado me trasportan a las calmadas aguas del Mediterráneo. Alicia grita: “Papi, ayúdame a hacer un castillo”. “¿Cuanto hace que no salgo de esta casa?”
         “¿Para qué conservo todo esto?... Si Marisa viviera, no me dejaría tener nada. Si Marisa viviera, tampoco lo necesitaría. Manuel, diría: Hay que tener lo justo. Pero Marisa se fue, mentira, ¡no se fue, se murió! Igual que se moriría todo esto si yo no lo hubiera rescatado.
         »Esta muñeca sin cabeza: ¿Quién la querría? O esta manta descolorida, o esta lata sin atún. ¿Para qué sirve todo esto?... Son lo que fueron, llenan el vacío, cubren las paredes desconchadas. ¿Y para qué sirvo yo?... Yo ya no puedo labrar la tierra, tampoco mis piernas son firmes. ¿Debo correr la misma suerte de lo que todos llaman trastos?... ¿Yo también soy inservible? ¡¿Debo ir yo también a la basura?!”

2 comentarios:

  1. Muy agradecido por la mención y me alegro mucho de que os gustara mi relato.

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    Respuestas
    1. ¡¡Muchas gracias a ti, David, por participar en el IV Concurso Litteratura!!!

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