domingo, 19 de febrero de 2023

El otro lado......Raquel Sánchez López*

Finalista del IV Concurso Litteratura de Relato   

Foto: www.mundoesotericoparanormal.com
Cruzar, el otro lado

Siempre ha soñado con anhelo ir más allá de la verja. Pasear por sus verdes campos, sentir la suave arena de la playa bajo sus pies, deleitarse con el amarillo intenso de sus milagrillos, corretear bajo la sombra de las palmeras. Allí todo es fértil, todo natural, todo puro. Aquella parte del mundo es un paraíso donde les está vetado entrar. Agarrada a los finos hilos de hierro, observa un lugar idílico, tan cerca de ella y tan inalcanzable a la vez que la hace enloquecer con la idea de llegar hasta allí. 

        Su   condición   de   raza   inferior   la   tiene enclaustrada en la zona norte, donde tan solo quedan los vestigios de una evolución tecnológica infructuosa, decadente y autodestructiva, que ha degenerado en montañas de escombros metálicos y tierras yermas. Su cabello pajizo, color ceniza, su piel pálida, enfermiza, sus ojos grises, carentes de intensidad la delatan. Su aspecto difiere mucho de la etnia dominante, de cuerpos robustos, tostados. La casta morena de ojos azabache controla el sur, su área legítima por excelencia. Su genética les confiere la facultad de adaptarse con mayor facilidad, y sus instintos y sentidos están más agudizados. La melanina de su piel les ayuda a soportar las temperaturas extremas, las mismas que la otra civilización provocó con el deterioro de la capa de ozono y los cambios climáticos intensos, una civilización que no podría sobrevivir más de un mes sin aire acondicionado.


Escapar, huir

Cada día lucha por poder pasar y labrarse un futuro diferente al que está condenada a vivir. En su parte del planeta no queda ya nada. Lo que antaño fue primera potencia mundial, ahora es solo un terreno baldío, carente de valor, frío, muerto. La sobreexplotación de sus recursos y el masivo consumo y desecho de materiales contaminantes ha dejado a su país anémico, herido de extrema gravedad, en coma. Por sus calles sólo pasean, erráticos, decenas de espectros albinos que se abandonan a la desidia, abrazan la desesperanza, el pesimismo, el desaliento... Y los pocos valientes que intentan cruzar la frontera, se encuentran con miles de trabas y obstáculos para poder encajar y formar parte de la civilización del sur.
         Ellos, los del otro lado, a diferencia de la población blanca, han conseguido superar los pormenores de la evolución de las máquinas. No se dejaron llevar por la comodidad de una sociedad basada estrictamente en pensar en sí mismos, en la exaltación del egocentrismo, en basar sus actos en el enriquecimiento personal, sin pensar en el futuro del conjunto, sin tener en cuenta a sus semejantes. Para ellos, la colaboración y solidaridad ha sido el pilar fundamental de su éxito. Beneficiando a la comunidad, han preservado el bienestar de cada uno de sus miembros.

Hambre, precariedad

Los escasos recursos de que disponen son preocupantes. Las pocas reservas merman a pasos agigantados. La raza aria sufre desnutrición severa, carencias vitamínicas, disminución de sus defensas. Ya no queda nada aprovechable, nada con lo que puedan subsistir, nada a lo que sacarle partido. La madre naturaleza los ha abandonado a su suerte, se niega a ofrecer un respiro a sus campos, inundados de toxicidad. Y la insalubridad de sus cloacas deteriora la calidad de sus aguas, mezclando los residuos fecales con el sistema de tuberías de acceso al agua corriente de las viviendas, las pocas que pueden calificarse como tales.
         Nada que ver con la prosperidad del otro mundo, completamente autosuficiente. Han vuelto a los orígenes del ser humano, desechando el sistema monetario, utilizando el intercambio de mercancías de manera equitativa y coherente. Todos se benefician de cada producto que se cultiva en las diferentes zonas del territorio, y desarrollan sus capacidades innatas, ofreciéndolas de manera altruista. Por lógica, el bienestar de la comunidad se refleja en el de cada uno de sus individuos.

Extranjera, inmigrante

Sabe que ese espacio parece inalcanzable, sabe que su meta es difícil de superar, sabe que sufrirá lo indecible para lograr cruzar, pero ya está decidida. Quiere abandonar sus orígenes decadentes, su ciudad infectada, su sistema corrupto. Los continuos saqueos y la delincuencia al alza la tienen en vilo. Quiere huir lo antes posible, quiere escapar de un futuro opaco, vacío, ácido.
        No existen distinciones económicas para ser admitido, no tiene valor el estatus social anterior, lo único que puede servirle es poseer algún conocimiento que aporte valores positivos a la civilización del sur. Pero con su máster inútil en informática y robótica, bien poco puede añadir a ese nuevo mundo. Tanta tecnología y tanta dependencia de las máquinas los ha vuelto prescindibles, desechables, inservibles. No son capaces de agudizar el ingenio, no saben desenvolverse en un ambiente virgen, natural, espontáneo, salvaje. Entonces comienzan las rivalidades, los sobornos y las artimañas para ser los elegidos.

Una nueva vida, un nuevo comienzo

Con una mezcla de temor e ilusión, se encamina hacia las puertas de la frontera. En la aduana muestra lo poco de valor que le queda y se deja cachear por las oficiales. Con pudor, observa cómo son registradas también otras personas, algunas de ellas son obligadas a desnudarse casi por completo. De súbito, uno de los emigrantes arremete contra uno de los agentes y saca un arma, apuntándole directamente a la sien, mientras le ordena a gritos que le abra la cancela de acceso al sur. Está enloquecido, es capaz de cualquier cosa. El guardia introduce la llave y empuja con lentitud la puerta. Acto seguido, el tipo lo aparta de un empujón y corre hacia el interior, pero un grupo de oficiales le persigue.
         Es entonces cuando se produce una estampida del lado norte, aprovechando el desconcierto. Entre ellos está la mujer, que corre para cruzar. En su huida, ve cómo el perseguido se vuelve para amedrentar a sus captores, disparando a diestro y siniestro.
         Por desgracia, una de las balas queda alojada en uno de los pulmones de la mujer. Mientras cae al suelo herida de gravedad, lo último que siente son los suaves pétalos de los milagrillos que la abrazan en su lecho de muerte, al otro lado de la frontera.


Raquel Sánchez López
* Auto
ra andaluza y monitora del club Lecturas Libres de Chiclana de la Frontera, trabaja como profesora de talleres de escritura en la Casa de la Juventud de Córdoba (poesía, microrrelato y escritura creativa). Presenta y e
labora los cuadernillos del Concurso de cuentos Poeta García Gutiérrez, que organizan el Ayuntamiento de Chiclana y la empresa Teatrín, con la que trabaja realizando talleres literarios. Forma parte del Círculo de Autores de Chiclana, avalado por la Editorial Navarro, con los que ha escrito seis libros y colaborado en la corrección de texto y estilo de éstos: 19 huellas, Barro y lágrimas, Casas inolvidables, De torre a torre, Mi calle y Fantasmas y monstruos de Chiclana. Entre otros, ha obtenido los siguientes premios: ganadora del XLVII Premio de Poesía Justas Literarias (Ayuntamiento de Enguera), el III Concurso Literario Festivá Andalú, el XXIII Certamen Literario de Cartas de Amor Villa de Mijas y varios concursos de microrrelatos del Colectivo Letras Libres, segundo premio en el X Concurso Literario de Relato Breve Historias en la Torre Vieja de Alguazas y XII Concurso de Relato Breve Europe Direct Cáceres, tercer premio en el II Concurso Literario Festivá Andalú y XIII Concurso de Cómic Europe Direct Cáceres; accésit en el XXV Certamen de Cartas de Amor Bihotzaren Hitzak, XXV Concurso de Literatura Epistolar Amorosa de Calamocha y XXI Certamen de Cartas de Amor de Leioa, finalista del III Concurso Internacional de Relatos Cortos Ciudad de Sevilla, IV y V Concurso de Microrrelatos Círculo Cultural Bezmiliana, III Certamen de Gastro-Microrrelatos En Tiempos de Maricastaña, VI Concurso de Relatos Marbella Activa, III Certamen de Relatos Cortos Grifo y I Concurso de Relatos Cortos Hospital Universitari Sagrat Cor. Sus obras se han publicado en las revistas Sapos y Culebras, Letras con Arte (Antología Historias de Suspense y Terror II) y Compromiso y Cultura, y en los concursos Narrativa ArtGerust (Realismo Sucio), I y II Concursos de Microrrelatos Letra de Palo, II Concurso Literario Camp de Turia, VII Concurso de Microrrelatos La Primavera la Sangre Altera y Microrrelatos Confinados 2020. Finalista del IV Concurso Litteratura de Relato.

2 comentarios:

  1. Muy interesante la lectura de su pluma. Me ha encantado.

    Un abrazo

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  2. Siempre tan madrugadora, Albada! Muchas gracias de parte de la autora!!!! Un fuerte abrazo

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