jueves, 15 de junio de 2023

El desamparo y las generaciones......Ur Olivero

el patron del garaje le riñó severamente de resultas de una queja de miss Stein. [...] el patrón le dijo: «Todos ustedes son une génération perdue
     —[...]Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación perdida. No le tienen respeto a nada. Se emborrachan hasta matarse...
     —El patron de ese muchacho estaba probablemente borracho a las once de la mañana dije—. Por eso se le ocurren tan bellas frases.
[...] Pensé en miss Stein y en Sherwood Anderson y en lo que significan el egoísmo y la pereza mental frente a la disciplina, y me dije: ¿quién está llamando a quién una generación perdida? Pensé que todas las generaciones se pierden por algo, siempre se han perdido y siempre se perderán
ERNEST HEMINGWAY, París era una fiesta

Foto: Pablo Antonio Rosa Carmona, El Tigre y la Peña en el Magic
para BDLPT 

¿Lo somos, como dice nuestro poeta José Martí?”
         “...”
       Acaba de llegar del curro la ingeniera y me dice que ya le mandaron a la hermana el pasaje para viajar. Me alegra molt, sé que por allá por Alicante los oficios de una buena hematóloga sabrán hacer su camino y luego podrá regresar al país con buenos ahorros, eso no le pone trabas a seguir cobrando la jubilación en la isla. El perro Turco le cayó detrás a una gallina con tres pollitos y, si no le grito fuerte, casi la descuajeringa de los tirones que le daba. Es muy joven pero ya el instinto se le mueve, y hay que andar con ojo de halcón para que no llene el patio de plumas y sangre. Hay unas cuantas que se han apropiado el patio para ellas y, bueno, cuando se presente la noche de los fósforos y el azufre no habrá salvación. Y ningún vecino podrá venir a reclamar nada, si el hambre de la reclamación los seduce, que las tengan encerradas en sus casas.
      Su hermana y su cuñado están que no caben de contentos. No la conozco personalmente pero me arriesgo a intuir que haremos buenas migas, aunque me dice Bay que tengo que hablar menos, mis problemas por ahí por el barrio siempre han sido ése, que perfil bajo mejor, porque los dos sabemos en el país que vivimos,
        Esto no es Barcelona, allá donde vivías. Acá el nivel cultural de la gente es muy bajo, muy cacafuaca, y no te van a entender en según qué tipo de comentarios... Recuerda que ya hemos hablado de eso más de una vez y más de dos. Cada país tiene sus cosas.
        Sé que en algunas partes de su presunto reproche la razón no le falta, pero a veces se me hace bastante complicado ceder. Ahí en la mesa de trabajo del portal tengo el cuchillo caucásico de su papá. Se lo dieron en un viaje que hizo a la antigua URSS en el 71. Poco después del 59, más de una gran empresa y corporación lo tentó para que dejara la isla y se fuera para los Estados Unidos a trabajar, pero nada, el hombre quería mantenerse al pie del cañón en la isla. No hubo ninguna oferta de dinero que lo mordiera.
        Hay muchos tipos de convicciones y todas tienen su peso específico y su razón de ser. Hay personas en el barrio que piensan que el famoso ingeniero Presilla erró el golpe, pero según mis autorizadas fuentes, no se largó para los USA porque desde la velocidad de su criterio, y sus bien trabados argumentos, él podía manejarse bien en la isla, a las mil maravillas. En un sistema como el nuestro, sabemos cómo se abren según qué puertas desde dentro si por fuera la tienen trancada.
        Después de todo, no puedo dejar de pensar en ese cartel que hay a la entrada de la policía del municipio, “Gobernar es prever”. Para prever que la gente se desmande y no vean lo que no tienen que ver, y sepan lo que no tienen por qué saber, es necesario Gobernar con manos de hierro, y destronar a los contendientes tengan el color que tengan. Si nos llevamos por las poco justas parcialidades de la biografía de Gerald Walter, que publicó Ciencias Sociales en los sententa y ahora se ha vuelto a reeditar con decenas de fallos y erratas, Lenin, el gran Volodia, era poco menos que un santo, Stalin, el hombre de acero, un dios homérico llegado del Olimpo de los benjamines buenos, y Trotski un demonio al que, sí o sí, había que alejar de Rusia porque las verdades, pravda versus slovos, como dice la ingeniera hija del incombustible Presilla, a la corta o a la larga terminan molestando a los que detentan el poder en la sombra y entre bastidores. Bay acierta.
     Acabo de terminar hace nada la biografía de vuelo bajo y, a mi parecer, no creo que ese supuesto historiador esté entre los veinticinco mejores del mundo. No para los países donde se sabe leer y están desarrollados culturalmente, y las diferentes versiones del algo, de lo que sea, no se consideran un delito ni son penalizables. Con mi amigo el Tigre he tenido varios tropiezos porque le cuesta reconocer que así como se puede morir uno por falta de ideología convincente, también se puede ir uno para el otro mundo por exceso de candidez y desinformación. ¿Se rompió la piñata y no alcanzamos ni siquiera un triste caramelo de menta? ¡Qué podemos hacer!, habrán otros cumpleaños y otras fiestas y otros Madagascares. Pasó la enfermedad y las pasó canutas. Y la madre de una expareja del Tigre se fue del aire, emigró a otros mundos, y dos o tres amigos también hicieron la penosa travesía. Las alas de los ángeles no han terminado de plegarse, y más tarde o más temprano tendremos que pagar por las cosas malas que hemos hecho en esta vida y en esta parte de la orilla.
         De aquí a dos días se cumplirá otro aniversario más de la muerte del guerrillero argentino en Bolivia. Hay muchos rumores que nadan y bucean por ahí, y libros en los que la duda ha alzado sus varios vuelos. ¿Lo mandaron a matar, como mismo mandaron a finiquitar a Trotski en México?... La señora Historia es una meretriz de demasiadísimo voltaje como para no estar alerta con todas esas versiones, y ¿por qué desperdiciar la casa y sus ventanas?, éste toca ese punto delicado, y aquel otro puntea otro parecido, y el de más allá se mueve en un territorio no menos angustiante y sombrío, ¿y quién tiene la verdad, slovo, completa? Nadie, cada cual con la suya, según la ingeniera.  
         Ahora en enero Bay se jubilará. Ya estamos con las tres dosis puestas, y hay muchos y muchas dudosos por haberse vacunado. Que si muy deprisa se hizo, que si no tenemos recursos para crear una vacuna potente, que cómo sin elementos a corto tiempo verificables..., la publicidad de la prensa oficial y la televisión hacen sus agostos elogiando y dándose bombo, y que no nos rendiremos ni nos arrodillaremos, y por otro lado, no pocos pidiendo que nos dejen ser colonia. Una estrella más, para ver si esto mejora y uno no trabaja todo un mes para comprarse un pendrive y un par de chancletas de baño, uff, ya uno se pierde entre tanto desencanto, y las palabras de Lisabet me vienen al pensamiento,
         Somos la generación de los desamparados, Jorge.”
         Acaso la lectora de Ramona, la novela de un autor de la yuma que tradujo Martí, tenga un poco de razón. O quizás cuando lo dijo no era Lisabet la que hablaba y sí la niña que, una tarde de septiembre, escuchó a su padre llegar con la fea noticia de que machetearon a no sé quién en la barriada, y como en aquellos tiempos los diálogos entre padres e hijos eran soliloquios mudos que nunca salían al exterior, ella quedó con esos miedos arrinconados y creciéndole y ramificándose por dentro, sumados a otros de no menor antipatía, ¡quién sabe!


Ha hecho un día del carajo. El calor no me dejaba concentrarme, pero por fin terminé de limpiar una parte del patio exterior, el que colinda con el Miramar. Dicen que pasarán a inspeccionar el martes y mejor evitar una multa. No tengo tres mil pesos para que aumenten las holgazanas arcas del Estado. Primero empecé con el machete, pero se me cansó el brazo y pasé para el azadón, mejor. La hierba tardará un poco más en salir y creo que el hijo de Bay viene en este mes, según últimas noticias, ya están saliendo vuelos de Venezuela de la gente que lleva más de dos años de misión. ¡Se verá! El Miramar ya no tiene tanta gente como dos semanas atrás, les han ido dando de alta y algunos han terminado de cumplir en casa los días de aislamiento que les quedaban. Mejor, por H o por B, en cuestiones así es mejor el tratamiento en casa, si uno va mejorando, es preferible no seguir en sitios así para no salir peor de lo que se entró. Ya se sabe de gente que entró en aislamiento por una bobería y dentro se les ha complicado la cosa y han terminado peor, o se han muerto. Mi hermano y mi madre estuvieron en el politécnico René Bedia de Río Grande. Todos los días les llevé algo que Bay les preparaba con cariño. La semana que viene el Miramar ya sigue su rutina habitual, eso me dijo una de las trabajadoras de ahí, se lo pregunté cuando se acercó esta mañana a pedirme un par de hojitas de sábila. Quiere hacerle un remedio a su hijo, me dijo. No estamos seguros de nada en ningún momento, cuando menos te lo esperas, agarras algo y te vas, así de sencillo, por eso lo mejor es tratar de cumplir los pequeños sueños que tengamos poco a poco y día a día. No hay que tener altas pretensiones, ¿o sí?, con algo que te guste y un poco de ganas ya es suficiente. Dicen que hay otra vida, y eso es posible que sea cierto porque no todo puede terminar en ésta. Lo hablaba con mi amigo Jordi cuando vivía por allá en Barcelona. Hermosa ciudad, pero no miento si digo que en algunos momentos me cansé y me cansó estar allí. Después fue Buenos Aires y ahora la isla desde el 2017, y ya se verá por dónde enrumbo mis pasos en los próximos años. Bay y un servidor tenemos pensado ir a España, estar un tiempo por allá y luego regresar a la isla para proyectarnos unos viajes a Costa Rica y Haití. Trabajo en mi cabeza una potencial historia que tendrá como escenario Puerto Príncipe y los tiempos y espacios de Monsieur Duvalier, ese caballero manchado tenebrosamente por gestos y acciones propios de los regímenes totalitarios. Todo a su debido tiempo. Por el momento me rondan imágenes sueltas, botas que marchan y piernas que se cuadran ante militares de alta graduación, y desaparecidos, y cielos grises por la letanía de las armas, y el miedo por todos lados que acecha, que desviste, que arrincona.
       Perdí dos o tres buenos amigos en la Ciudad Condal de Barcelona, según me dijeron. No llegaron a tiempo al hospital para que los atendieran, y como todavía no había ninguna vacuna en el ambiente, pues el canto del cisne llamó. Me dio pena saberlo y estar tan lejos, con la familia de uno de ellos, Saralegui, me llevaba bien, principalmente con su hermano y padres. Amigo que siempre andaba con más de un misterio bajo al alero de sus pensamientos, pero eso no me molestó nunca. Me caen bien y suman la gente que de alguna manera te obligan, para bien, a mantenerte alerta. Saralegui no tenía mucha suerte con las mujeres, pero eso tampoco representaba nada negativo. Salíamos mucho al Kentucky y al Marsella y nos la pasábamos genial, nos reíamos cantidad con las ocurrencias de Saralegui cuando en el alambre del ambiente bailaban algunas guiris. Mi pana, el flaco De Miguel, fue quien me mandó un correo dándome la mala nueva, carajo, la verdad que ha sido una tremenda carnicería esto de la pandemia, ¿por qué tanta negrura en la línea del horizonte? Basta estar vivos para que pasen cosas, chaval, me decía siempre De Miguel, y el Tigre lo secundaba como si fuera un eco a mil años luz, y nos reíamos con ganas. “Sí, esas dos nórdicas que están en aquella mesa, la del fondo..., están un poco borrachas y nos echaron el ojo, chaval, vamos a decirles que se sienten con nosotros, a ver quién pesca esta noche. Aquellos tiempos ya se volatilizaron. Nunca dejarán de estar ahí, porque lo que se vivió nunca muere del todo. No tengo muchas ganas de saramaguear con la sofística del Nobel portugués, pero va por ahí, no dejamos de ser los traducidos de otros traductores superiores, con traiciones o sin ellas. Bay duerme. Menos mal que la pierna hoy no le ha fastidiado tanto. Hace un rato le masajié un poco en el empeine del pie derecho, pero al poco ya se calmó y el dolor no fue a más. Ya dije que ahora en enero se piensa jubilar, bene, descanse que ya se ha pasado bastante tiempo en esa fábrica, que si sacamos cuentas no le ha rendido como ella piensa y merece. La plata de la chequera no será tanta, pero por lo menos le alcanzará (nos) con soltura para las pocas cosas que llegan a la tienda. Menos mal que nos ayuda la dieta del grande ingeniero Presilla, directamente ofrecida desde los altos poderes del país. En compensación por sus buenos trabajos en la industria del níquel, y por haber reavivado la Pedro Sotto cuando los ingenieros de la Pedro Sotto se largaron del país y nadie daba pie con bola. Hasta que vino el mismísimo guerrillero argentino Guevara y le pidió al ingeniero que moviera todo su conocimiento y sabiduría pero que la reviviera, de lo contrario el país se hundía mucho más ¡y eso era un lujo que no podían permitirse los verdaderos revolucionarios!


El aire del mar me hace bien y a estas horas la playa El Tiburón esta despejadísima. Ni un pájaro se ve, estarán durmiendo, es muy temprano todavía. Hoy cumple mamá no recuerdo si setenta y dos o setenta y tres. Trataré de llegar antes de las nueve y media. Giorge, el chofer de la guagua que transportaba personal de los hospitales de la Covid me dijo ayer que pensaba ir al municipio por la mañana, que pasara temprano, así me ahorro todo el follón de ir para la parada de Levisa. Espero que el asunto del transporte vaya mejorándose porque no se puede pagar lo que piden los choferes particulares. Hay que tener sueldos de millonarios para pagar mil quinientos pesos o dos mil a Holguín, por ejemplo. Bay tuvo que ir a la capital de urgencia y desembolsó siete mil pesos, la paga de dos meses de trabajo, así no avanzamos. Se han cansado los dirigentes por la televisión de repetir que sancionarán a todo aquel que se propase con los precios, pero los particulares están en su derecho de pedir lo que les dé su real gana, en eso no es justo ni que quitemos ni que añadamos porque se trata de un problema de conciencia. Un poco de conciencia de cada quién. Me llamó Nadime, que no le cuadra el libro que le presté, tanta jodienda de que en cuanto llegara al país se lo prestara y ahora me dice que no es lo que esperaba. Anatomía de Cercas es una obra de mucho peso y tantísimos vuelos. Me lo mandó de Barcelona mi amigo De Miguel. A Nadime no le gusta nadie como escritor, lo sé, él dice que Carpentier y Saramago y tal, pero sé que no es cierto lo que sale de su boca y dice con sus palabras. No le gusta nada que no sea lo suyo, antes de él y él y después de él. (Bueno, sólo Rulfo.) El que no me lo confiese abiertamente no significa que no sepa leer en sus palabras o sus silencios. Se lo dije bien claro antes de llevarlo a Mayarí para dejárselo a Felipe en RM, bien claro. Que se trababa de un ensayo narrativo sobre el golpe del militar Tejero en el 81, disquisiciones del sí o el no, de las bajezas o elevaciones en las que caen o se alzan muchos políticos, los militares y las armas, las ganas del poder llegar hasta esas alturas donde los hombres se sienten reyes, o peones, pero pueden hacer desde allí el bien o el mal, en fin, esas cuestiones.
         Siempre supe que no le cuadraría el libro de Cercas. Sé que tiene hambre de saber sobre narradores de allá, pero si le da pereza o le parecen más de quinientas páginas muchas páginas, pues es lo que hay, como diría el Tigre en algunos de sus arrebatos cuando se junta con la Peña en cualquier bar perdido de Nou Barris. Intentan enderezar los entuertos del mundo, pero tenemos las dudas de si los tiempos de hoy son tiempos de quijotes o sanchos o similares, la cuestión es llegar a esas alturas en donde todo se mueve, y los de abajo somos los peones. Los libros mudos, que pienso escribir, laburan en mi cabeza lentamente. Ensayo el punto de vista de cada reseña, la estructura interna, las voces de pro y las de contra, el espejo que paseará a lo largo del camino, como aconsejaba el autor de Rojo y negro. Tengo algunos apuntes por ahí en una libreta que llevo desde el 2017, cuando llegué. En realidad la empecé en el 2015, cuando viajé a la isla desde Buenos Aires. Veré qué me puede servir y qué no, pero hay que otear varios horizontes, y en varios horizontes. Un conocido en el municipio me dice que luego lo podré presentar en algún concurso de la provincia, o del país, y le digo que de nada serviría, las voces dirán lo que dirán, y lo que digan podría molestar a los funcionarios que trabajan en el jurado como vocales, el Estado manda y ordena. Y si lo que dicen las voces en esas reseñas no coincide con lo que los Jefes desde arriba quieren y pretenden, pues ya podemos imaginar a dónde puede conducir la votación final, en fin. Van ideas y vienen ideas. Por desgracia, ese tipo de funcionariado y pasividad viene desde muchos años atrás, por aquellos tiempos en que se difundió el Documento PALI, artimaña muy preparada, muy sutil, muy maligna desde varios puntos, pero para saber captar esas estrategias hay que saber leer, y eso nunca les convino ni quisieron los dirigentes que maniobran en las altas esferas, la pequeña oligarquía que decide todo. Desde arriba hacia abajo, nunca desde abajo hacia arriba, estalinismo caribeñizado en estado puro, pero ninguno de los funcionarios que tienen esos carnés y pertenecen a no sé qué asociaciones y similares dice nada porque están necesitados de gozar de las prebendas del Estado. Si no se portan bien, les quitan el carné y les quitan las dietas y no pueden viajar a determinados países con todos los gastos pagos, panda de descarados y sinvergüenzas, en fin. Cuando Lisabet dijo eso de las generaciones desamparadas, algo me hizo pensar en ciertas lavas volcánicas, y en algunas de las estrategias que se han trabajado a todo lo largo y ancho de la isla. He pesado y sopesado durante años cada una de las palabras de ese Documento que primero fue discurso, y luego publicado por las Oficinas de Publicaciones del Estado, y repartido en todas las bibliotecas del país para que las nuevas generaciones supieran que dentro de ella todo, y fuera y desde fuera, nada, porque sos el enemigo, como diría mi amigo Diego de Buenos Aires, máster en Sociología en la UBA,
      “Ni en tiempos de Perón, che, ocurrieron chamullos y barbaridades así. Y eso que el viejo defendía muchas ideas y propósitos de la izquierda, che, pero ni en aquellos tiempos, y mi padre y mis abuelos fueron peronistas...”
         “...”
         Ahora está por acá por la isla. Está empatado con una muchacha de La Siberia, por el momento va bien y me alegra. Quizás la semana que viene se vengan los dos a cenar por la noche a casa, veré. Bay palabreó un par de cojinúas con un pescador, así que veremos, montado en la imaginería de los marineros, qué balizas señalizan al barco de muchas troneras. Nada es porque sí. Diego es un espadachín muy hábil, nacido y criado en el templo de los sofistas, la milenaria Buenos Aires. Tendré que andarme con mil ojos porque dardo que dispara, dardo que te puede desequilibrar y borrar la línea de flotación de los argumentos. Me hace recordar a Paterson en aquellos años de la vieja sobrevivencia en PM, cuando éramos tan jóvenes, casi niños. La Revolución ahí tuvo un papel poco valiente y vergonzoso. A veces ya ni sé qué pensar ni cómo entender aquellos días tan oscuros. Bay me sugiere, y en ese punto coincide con el poeta Ballecaro, que tengo que cerrar esa herida. Puede que tenga razón, pero para una herida cerrarse antes tiene que curarse, y pedir perdón el motivo (los) de los que la provocaron. ¿Será verdad como dice nuestro José Martí, en su libro sobre El Presidio político en Cuba, que somos un pueblo ignorante y estamos dormidos?
         “...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...