domingo, 17 de marzo de 2024

Destrucción de la Poesía......Marcelo Fagiano

Foto: Barleeo Dalkhan
Oprime el lápiz contra el papel
y por más que se esfuerza
el poema feliz no surge de ese amor.
Obstinado insiste en transformar en oro
el resplandor de esa mujer que le incendia el ánimo,
quisiera traducir
el terciopelo de sus piernas, el reposo de esos muslos
fundados para el asombro, su filosofía vertebral,
eléctrica y danzante, al compás de su cabellera,
el arco de sus formas, tensando y tensando,
las salvajes palabras del amor en caída libre.

Y por más que insiste
no consigue la alquimia que transforma
a esos pájaros que en bandadas atraviesan sus gestos,
al espectáculo de tenerla entre los brazos, en fin,
de tanta y vulgar sensiblería erótica
con anhelo de artificio, de circo, de feria poética,
de reina que reina y enloquece y demuele la poesía.

jueves, 7 de marzo de 2024

La falacia del pato y el campesino......Jordi Cuevas Gemar

Sobre sostenibilidad, competencias desleales y políticas agrarias europeas*

Foto: CRN Noticias

Hace ya unos cuantos años (más en concreto, a finales de los 80), y al calor de la fiebre especulativa que se desató en torno a la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona del 92, el por entonces presidente del Gobierno español Felipe González pronunció una de aquellas frases contundentes y lapidarias con las que tanto le gustaba dejar “pasmados” a su legión de fans y corifeos: refiriéndose a la polémica que había generado la recalificación, por parte del Ayuntamiento de Almonte, de 285 hectáreas de frente marítimo del Parque Nacional de Doñana como “terreno urbanizable” con la finalidad de levantar en ellas un gigantesco complejo urbanístico de 32.000 plazas hoteleras, 1.000 chalets y 2.000 apartamentos, acompañados de varios campos de golf, acuaparks, hipódromos e instalaciones recreativas diversas, el inefable Isidoro de la olvidada chaqueta de pana sentenció, con aquel aplomo del que siempre hacía gala: “Hombre, es que si tengo que elegir entre el campesino y el pato, me quedo con el campesino”.

miércoles, 28 de febrero de 2024

Vieja ruina......Maikel Sofiel Ramírez Cruz

Foto: Paco Luna, Retratos, La Habana (Cuba)

Esa mujer que está fregando en la cocina, bebiéndose los mocos para que no caigan sobre las vasijas, no es mi madre.
         Levántate y anda, hijo mío, me dijo hace un  rato.
         Ni que yo fuera Lázaro y ella Jesús. Como si estuviera tullido, como si fuera a superar esta resaca del ron más barato que existe con sólo decirlo.
           Esa mujer dice ser mi madre y llora cada día al amanecer.
        Supongo que extraña a mi padre. El viejo se largó hace meses cuando supo lo que todos sabían, excepto él y yo. No sé a dónde ni con quién, pero se fue. Poco después que me dieron el alta del hospital, dejé de tomarme las pastillas y no fui más a las consultas, una mañana desperté bajo los efectos del ron y se había ido. Mi madre estaba llorando con la cabeza recostada sobre la mesa del comedor. Berreaba como si alguien hubiera muerto, pero no me dejó consolarla ni quiso decirme qué le pasaba.

lunes, 19 de febrero de 2024

Un hombre con un nombre igual al tuyo......Jesús Andrés Pico Rebollo

Foto: Tom Hussey, Reflexiones del pasado
Tienen nombre las calles que el recuerdo transita. Nombres de sol y abril y el aroma dulzón de barro 
y golondrinas, nombres de carámbano y nieve en los aleros, de leche en polvo y cuadernos con una escritura rubia donde dormita un mundo de grafito y de tinta, de vasares vacíos y aquel libro de poemas que ahora acaso comprendemos.
Tienen nombre las calles en la tenue penumbra de rescoldo y de gas, de brasero y candil entre el brillo fantasma del latón y la alpaca, de los pasos sin luna y rezos en latín.
Tienen nombre las calles, de insignes personajes, de lugares dormidos en recónditos mapas, de magnos sucedidos y cosas cotidianas, nombres que van cambiando como el agua en el río y el tiempo en el espejo.

sábado, 10 de febrero de 2024

Los lobos......Emerio Medina

Foto: Paco Luna, Casa de la Música, Miramar

La idea de ver lobos marinos me gustó desde el principio. Patricia los mencionó en la calle Sarandí cuando almorzábamos juntos en una mesa al aire libre y el sol de la primavera naciente me calentaba la cara. Lo dijo con entusiasmo, como si se alegrara de ser la primera en darme una información interesante. Por la forma en que habló, me quería sorprender. O quizá buscaba un tema de conversación para el resto de la tarde, algo que estuviera lejos del protocolo de esos días, con tanta gente hablando de su trabajo y tratando de quedar bien ante un público exigente.
       Ella masticaba su asado con desgano y bebía el refresco en tragos espaciados. Al final puso a un lado la carne y se limitó a probar las papas fritas y la ensalada. Sacó una manzana del bolso y la mordió con deseos, pero se quedó mirando lejos, hacia la plaza de Maldonado, hacia algún punto impreciso entre la estatua de Artigas y el lumínico de la tienda. Pensaba en algo, o parecía estar pensando. Acercaba la fruta a la boca y chupaba el jugo antes de dar otra mordida. Dejaba que los labios recorrieran un amplio espacio sobre la corteza roja y en un impulso lento arrancaba un pedazo minúsculo con los dientes, lo hacía resbalar sobre la lengua un tiempo largo y masticaba con calma, como si no tuviera el apuro mínimo, ni la menor idea del tiempo o el lugar donde estábamos.
         Sólo interrumpía el acto maquinal de saborear la fruta para arreglarse la bufanda alrededor del cuello. La prenda oscura hacía contraste con su rostro pálido y se empeñaba en rodar sobre el antepecho del abrigo para dejar al descubierto una parte del cuello delicado y blanco. Ella acercaba la mano, devolvía la prenda a su lugar y masticaba la fruta sin mirarme ni decir una palabra. Después miraba lejos sin siquiera molestarse con el ruido que yo hacía al tragar la carne, ni con mi rudeza tropical de mondar los huesos hasta dejarlos pelados, ni con la poco delicada costumbre de chuparme los dedos y limpiarme los dientes con las uñas a la vista de todos.

jueves, 1 de febrero de 2024

Craig Arnold, En la escalera de incendios de tu cuarto alquilado (Una traducción desesperada): Dufay Bustamante

Foto: Daniel Roffo
En la escalera de incendios de tu cuarto alquilado
nos reuníamos a fumar cigarros
y a hablar cosas como estas.

Luciérnagas en la hierba somnolienta
atrapo una para hacer de mi mano un farol.

Ya escribo sin la esperanza de una respuesta.

Para decir que lo que nos vimos desnudos
fue demasiado y no suficiente.

Desde que nos tocamos no estoy vacío.

Oigo tu nombre y mi corazón se sobrecoge.

Atrápame en ámbar.

martes, 23 de enero de 2024

La propuesta......Emerio Medina

Foto: Paco Luna, Urbanas, La Habana (Cuba)

El problema, Carmen, es el tiempo. No el ritmo, como mucha gente cree. El ritmo siempre está ahí. Me llega en el sonido acompasado, metálico, de las ruedas del tren. El metal corriendo sobre el metal, comiéndoselo, desgastándolo con ese golpeteo que no termina nunca. Un bamboleo que llega a ser agradable. Con un poco de imaginación tengo el ritmo. Llega uno a olvidar el hambre y el calor. Sólo las ganas de fumar y ese susto por dentro. El salto en el estómago. La incertidumbre. Todo eso forma parte del ritmo. El tiempo no. El tiempo se alarga y se pierde en la monotonía de las horas. El tiempo siempre es demasiado. Ya son dieciocho horas en el tren.
           Las ferromozas dicen que ya estamos llegando. Sólo queda esperar. Y espero. Duermo. Me hundo en el asiento duro y trato de recordar cualquier cosa. El pueblo allá. El tren pasando por la noche. Las luces de los vagones. El brillo en el aluminio de las ventanillas. La gente mirando, despidiéndose. La gente se equivoca, Carmen, siempre se equivoca. La gente poco sabe cómo es que funciona todo. Se dejan llevar por apariencias, por cosas que se imaginan o que oyeron decir, y uno tendría que explicar demasiado. O quizá debería uno callarse y dejar que piensen lo que quieran. Seguro todo sería mejor así, sin aclarar las cosas.  Sin dar explicaciones ni rendir cuentas a nadie.  Que lo vean pasar a uno y se queden hablando.  Son

domingo, 14 de enero de 2024

No nos será fácil volver a ser felices......Marcelo Fagiano

Foto: Wu Yuanhong (STR/Agencia France-Press)
La espuma que levanta el carrusel
y la música que sostiene y apuntala las horas
se ha detenido.

¿Dónde ha quedado el paisaje que poblaba los
ojos?  

Ahora nos podemos mirar en silencio
y sin colores y nos reconocemos grises,
era sólo el oropel del shopping,
las escaleras mecánicas que subían y bajaban del
infierno,  
la visita a dios en el ascensor de cristal.

viernes, 5 de enero de 2024

Menos mal que nos queda Portugal......Pablo Antonio Rosa Carmona

Homenaje a José Saramago y Siniestro Total

¡Feliz Año Nuevo para tod@s!

Foto: Celeste Caeiro en la Revolución de los Claveles (Lisboa, 1974)

España y Portugal: dos euros, dos monedas, dos estados, dos visiones y la misma península…
       En 2024, España y Portugal emitirán tres nuevas monedas conmemorativas de dos euros. Las dos monedas españolas celebrarán cosas como el doscientos aniversario de la Policía Nacional o la catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla, mientras que la divisa portuguesa conmemorará la Revolución de los Claveles en su quincuagésimo aniversario.
       Las tres monedas tienen el mismo valor y comparten el mismo diseño común en el anverso. Sin embargo, un análisis más profundo revela que estas monedas también representan dos visiones muy diferentes de la Historia y la identidad de los dos estados.

domingo, 24 de diciembre de 2023

Exilio y Los maquis……Raúl Muñoz González

Foto: Columna de maquis en el Pirineo (Archivo Histórico del PCE)
Exilio

En la pizarra están las letras escritas
que ni el olvido o la nieve borraron.

Una llovizna de pasos en la madrugada
retumba por el silencio de las cumbres;

las más majestuosas aún honran
a familias enteras perdidas por el exilio.


Los maquis

bajan del monte, y llevan

en sus manos la libertad.

jueves, 14 de diciembre de 2023

Nueva York, el mangle, el filo del hacha......Emerio Medina

Los cuentos y novelas de Emerio Medina son hijos naturales de la Resistencia. No hay que buscar mensajes en ellos porque la libertad no se impone ni se mendiga, se propone y vuela, no favorece a la línea recta de ninguna ideología porque las contiene a todas. Y llegado el caso, cada lector o lectora sabrá dónde le duele y por qué algunos dolores tienen diagnósticos y otros no.
UROG

Foto: Paco Luna, Retratos, La Habana (Cuba)
Ya el ciclón azotaba cuando llegamos a la costa. Un cierto olor de peces muertos subía desde los mangles zarandeados por el viento, se esparcía sobre los riscos de diente de perro del acantilado y más allá, sobre la costa baja de la ensenada donde los cangrejos esperaban la noche para salir a cazar. Pero el viejo dijo que olía a sábanas limpias colgadas al sol y a mujeres recién bañadas, y después siguió hablando solo y se rió, y amonestó a alguien inexistente con el índice apuntando al aire.


Lo conocí una noche de llovizna en los solares pobres de Arroyo Blanco, junto a la glorieta de la reencarnación que habían pintado con lechada para una fiesta del vecindario, a donde llegué con veinte pesos en el bolsillo buscando una mujer que me cobrara menos. Pero soplaba el viento del sur que vira al revés la sangre de las mujeres. Las putas no salieron esa noche porque creían en supersticiones de trenes descarrilados y hombres lobo de mirada hambrienta que habían llegado desde Oriente disfrazados de buitres y conejos en los grandes camiones cargados de chatarra. Sólo conseguí cansarme los pies y una vasta desolación en las entretelas del estómago, y me senté en un banco de la terminal con los veinte pesos inútiles y con dos cigarros que amenazaban con despegarse por el efecto del aire  húmedo.  El  viejo  se  me  sentó  al  lado  y  se  presentó  como  inspector  de

lunes, 4 de diciembre de 2023

Acuarelas......Marcelo Fagiano

A veces somos un dolor de cabeza,
Foto: Un amanecer en el mar con estrellas (www.freepik.es)
el cielo solitario de una danza ajena
anegando la marea de los ojos,
rompiendo cada eco de odio
contra el hueso de la esperanza;
a veces, un pensamiento que drena sabiduría,
licúa siglos de materia gris,
olvidada en la ceniza para renacer como fuego de 
oro
que funda y apuntala un momento de la vida;
a veces, un escuadrón de nostalgias
avanzando hacia el pasado
a través de pantanos y derrotas,
de conquistas hundidas en la felicidad,
de tesoros que duermen con su secreto.

sábado, 25 de noviembre de 2023

El abismo de la locura......Alba Sabina Pérez

Foto: El lago Abbe, Yubuti (www.elforodemanrique)
Se sentó a la mesa de la esquina junto a él, ofreciéndole un brebaje maldito que sabía a rayos. Él aceptó, sin saber que aquello sellaría un pacto de por vida con la loca de Cohen, que no tendría ninguna misericordia con él, que se lo llevaría lejos, a vivir a un pueblo de pescadores envuelto por la calima del desierto. Bebió el líquido de un trago, sonrió y continuó el juego como si no fuese más que una chiquillada. Los demás, los otros, estaban repartidos en las mesas circundantes, en sus vidas circundantes, llenas de cine, de libros, de música, de estertores de desidia en bacanales, malogrados por las noches de viernes copiosos, ajenos a la locura de verdad, la que se aleja de tópicos sobre que estar loco es estar más cuerdo que el resto y saber demasiado sobre la realidad; sino esa locura que te arrastra hacia el abismo hasta que éste te mira a los ojos, que diría Nietzsche. Y él se vio reflejado en los profundos ojos negros que contenían la sabiduría de una diosa egipcia que una vez derramó su sangre sobre la arena, que llegó a posarse sobre las aguas del Nilo y descubrió que aquello la convertiría en inmortal: Esa clase de locura. Él sonrió, estaba perdidamente enamorado. Ella sonrió también, supo que quedaba poco para llevárselo para siempre. 

jueves, 16 de noviembre de 2023

Editoriales......Dufay Bustamante

El dinero que obtienes por vender o leer tus
poemas no se ve.

Es como una maldición, una atadura, un misterio;
la poesía viene de allá y hacia allá retorna.
Lo único que se ve de la poesía son los versos.

El dinero producto de su venta desaparece
como el del crimen.

La poesía estriba
entre el hambre y el caviar
entre lo invaluable y lo gratis.

martes, 7 de noviembre de 2023

Segunda cama abajo......Emerio Medina

Foto: Mihaela NorocEl atlas de la belleza, La Habana (Cuba)
Estaba mareado. Desde el primer momento sintió la pesadez en el estómago. Las ondulaciones del mar lo habían convertido en un espectador pasivo de todo lo que pasaba a su alrededor. Las nubes bajas dibujaban formas caprichosas. La luna brillaba por encima, colgaba como un gran foco suspendido en el cielo. Las estrellas estaban más allá, lejanas, inalcanzables. Podía contarlas, y quería hacerlo. Era tan fácil desde el mar. Sólo levantar los ojos y dejar que las estrellas se contaran solas. Cuántas habría. Seguramente muchas más de las que se veían desde tierra. Miles de puntos brillantes sobre el fondo negro. Millones, quizá. Tenía todo el tiempo del mundo para contarlas bien. Para diferenciarlas y repasar cada punto brillante y memorizar su posición. Ahora, contando las estrellas desde el mar, tenía todo el tiempo. Pero la sal del aire lo obligaba a mirar con los ojos entrecerrados. Le lagrimeaban cuando miraba el cielo y las fosforencencias de las olas. Se los frotaba con las mangas de la camisa, y era peor.
      Los vómitos habían llegado después. Se oprimía el estómago con las manos apretadas sobre el vientre. Trataba de mantener la cabeza en alto para no marearse por completo. El bote se balanceaba entre el tuc-tuc-tuc del motor y los golpes de las olas en los costados. Bajo las tablas de la popa se podía sentir el borboteo del agua por el empuje de la hélice. No sabía mucho de botes,  pero  estaba  claro  que la  hélice

domingo, 29 de octubre de 2023

Datos......Marcelo Fagiano

 No debemos dejarnos engañar; ellos dicen: no juzguéis, pero mandan 
                                                   al infierno a todo lo que constituye un obstáculo en su camino.

FRIEDRICH NIETZSCHE


Foto: www.academiasdebaile.info
Colgados en la pared, estaqueados 
en su roseta de eterno sufrimiento
y ocupando el lugar de la mirada perdida,
de la perdida identidad 
que intenta habitar un universo en fuga.

Custodian camas matrimoniales,
oscilan en los espejos retrovisores
y naufragan en fascinantes y abismales escotes.

Fabricados en serie, bendecidos en serie,
el fiel episcopio se asoma a la vida
para ver lo mucho que aquí se goza,
se sufre, se maldice y agradece.

viernes, 20 de octubre de 2023

Contra la grasa......Ur Olivero

Plaza Sant Felip Neri, con impactos de metralla por el bombardeo
de la aviación franquista (1938). Foto: Apu veodigital.blogspot.com

El mundo está lleno de mentiras. Lo dijo el Presidente de allá del Sur, hay que eliminar grasa, o sea, esos miles de funcionarios que laburan para el Estado, que cobran un sueldo sin hacer nada, sin trabajar, pero haciendo ver mediante las formas que laburan y producen. Producir y producir y producir muchas cosas que no sirven para nada pero que proporcionan dinero al capitalista de turno y, de cara a la galería, como dicen por las Españas, no hay desempleo y se crean puestos de trabajo y aparentemente disminuyen los desocupados, no hay parados ni gente pensando en musarañas para ver cómo y qué se le roba al Estado. ¡Cuantas mentiras se tejen entre bastidores!!! Recuerdo una novela que leí hace años. No recuerdo el nombre de la novela ni el autor, se publicó por allá por el sesenta y pico, recuerdo muchos pasajes aislados, por ejemplo esa parte en que el narrador habla de una muchacha (tampoco recuerdo su nombre) y que tiene los huesos vacíos, llenos de aire, como un pájaro. Ah, y recuerdo también que el narrador habla de un ensayo de Edmund Wilson. Ulises también lo leyó. Hablamos de ese libro. El otro día en casa del mecánico planeó su mujer, ahora no puede viajar para Brasil. Está enferma del corazón. El ingeniero esquiva el tema cuando sale a reducir lo del corazón de su mujer. Yo lo comprendo, debe ser una cosa jodida estar esperanzado en salir a trabajar fuera para ganar unos pesos que valen la pena y, de pronto, te descubren que tienes  no  sé  qué  y  se  fastidió  todo,  adiós  aliento  para

miércoles, 11 de octubre de 2023

La flor......Raúl Muñoz González

En urnas de cristal muere: 
necesita el aire de la plaza.

Cartel de la Revolución de los Claveles (1974)
Cierran sus párpados.
 
No hallan pulso a los cuerpos.
No descansa en paz la nación
acunada en una fosa común.

Las mejores galas no visten
un mal entierro.

Cierran sus párpados.

No se pone el sol
en los corazones.

Dadme un motivo
y que hablen ahora
los desaparecidos
de un solo golpe.

No hallo el camino
perdido en silencios;
no quedan cenizas,
ni siquiera el polvo.

lunes, 2 de octubre de 2023

Más que sexo......Jordi Cuevas Gemar

Foto: Kate Mulgrew
A Yésica la conocí a través de una página de swingers. Era una página en la que Blanca y yo llevábamos apuntados tres o cuatro años: más o menos, desde que Iris y Galahad fueron lo bastante grandes para quedarse en casa de la abuela y nosotros pudimos volver a salir de noche. A la abuela, por supuesto, nunca le dijimos que cuando le dejábamos a los nietos era para irnos a hacer cochinadas; a la pobre le hubiese dado un infarto, nos hubiese excomulgado –porque, para desheredarnos, poco patrimonio tenía–, o todo ello a la vez.
         Durante ese tiempo habíamos contactado con varias parejas, aunque con la mayoría no hubo feeling y la cosa no fue a más; si uno no quiere, dos no bailan, y si los bailarines son cuatro, ya te puedes imaginar. Pero quedamos con algunas –cenar, una copa, dejarnos caer por un pub o una discoteca, un poco de salsa o de música vintage– y, con tres o cuatro de ellas, hicimos diana plena y hubo baile horizontal. De promedio, una por año, si fa no fa.
Pero Yésica y Yonatan pasaban de cenas y de salsa, y nos propusieron algo que nadie nos había propuesto: quedar por separado, Yonatan con Blanca y Yésica conmigo, para hacer una escapada. En plan parejita, a algún hotel.

sábado, 23 de septiembre de 2023

Una porción de eternidad para este pobre diablo......Marcelo Fagiano

Foto: Edvard Munch, El grito

Nadie gritará por mí en esta inmensidad de cemento,
nadie aullará mi desesperación,
porque todo parece estar bien, o queremos creerlo.

Grito entonces a través de las calles,
entre las costillas del viento,
en los rincones más apetecibles de los basurales,
en las ventanas de los presidentes, gansters y verdugos.

Grito saltando hacia el abismo
esta poética de emergencia
                        de suicidio
                            de huelga de literatura. 

jueves, 14 de septiembre de 2023

Emerio Medina vuelve a ganar el Premio Julio Cortázar...Jordi de Miguel

“Yo leo para recibir puñetazos en el cráneo y aturdirme los sentidos”

Emerio Medina
“La figura del hombre se recortaba contra la fronda verdeazul del tamarindo. Era alto y seco, de cabello entrecano y barba corta bien cuidada. Llevaba espejuelos de graduación media y un portafolio en la mano. A pesar del calor de la mañana vestía corbata oscura y camisa de mangas largas. Hablo en tono bajo, pero audible. Su voz atemperada se oía muy bien sobre el ruido de la calle.
         »—Mi nombre es Andrés Martínez. Vine a leer sus manuscritos. Antonio Alba me habló de usted.
         »Yo encogí los hombros y él retrocedió un paso.
         »—No me diga que no conoce a Antonio Alba.
        »Media ciudad lo conocía. Medio país, quizá. Seis meses atrás asistí a la presentación de un libro suyo en la Unión de Escritores. Después de la conferencia me senté bajo los ficus del jardín y hundí los ojos en un vaso de ron. Cuando levanté la mirada Antonio Alba estaba junto a mi mesa. Pidió permiso, se sentó a beber una gaseosa y no hablamos. ¿No hablamos? ¿De verdad no hablamos? Bien, él hablo. Algo dijo. Algo preguntó. No pude recordar qué. No era importante. Pero la mención de un autor tan conocido sirvió para que el extraño entrara a mi casa.
         »—No hay muchos como yo —se aflojó la corbata, apoyó los codos en los brazos del butacón y adelantó la cara—. Mucha gente ha creído ver en esto su oportunidad de hacer dinero. Yo busco otra cosa. De hecho, no cobro por leer manuscritos. No podría cobrarle nada a usted.
        »Un lector experto debe ser visto como una gran oportunidad. Pero podía ser un falso agente literario, un plagiario, un estafador, un ladrón. Pregunté por qué deseaba leer mis manuscritos.»

viernes, 1 de septiembre de 2023

Obreros y Víctor Jara......Raúl Muñoz González

Foto: Hannu Lindroos, Víctor Jara por la paz en Vietnam (Helsinki)
Obreros

Su alianza dura lo que dura el tiempo de descanso.
Los besos se consumen en la eternidad del abrazo
cuando al fondo, muy a lo lejos, murmuran sirenas.


Víctor Jara

se posó en los fusiles del hambre

y cantó
como sólo un pájaro sabe cantar:
mirando fijamente a los verdugos
que asesinan canciones de cuna.

jueves, 17 de agosto de 2023

Un reno en la lejanía......Ur Olivero

 Para J y D, que me trajeron de la Venecia del Caribe unos ojos nuevos

Foto: Granja de renos Sieriporo (Laponia)
...”
En el documental, según la voz que narra la historia de toda la extensión de la sabana de nieve, la mujer tiene treinta y ocho años, pero el rostro demasiado atezado (como si las arrugas y estrías estuviesen contraídas y dispuestas a saltar en cualquier momento) informa que tiene más de sesenta y tantos. Alimenta con las manos a un reno que adoptó porque la manada lo dejó abandonado.
El sol avejenta y añade años, pero el mucho frío y las grandes distancias tundrescas, y el nulo o poco ajetreo de las grandes urbes también provoca eso, pero no se ve ni se siente a simple vista.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Dufay Bustamante

Foto: Vivian Vásquez Montoya
 El ser no es una fábula

GIOVANNI QUESSEP

El viento besa
con sus miles de bocas
y tanta desnudez de cosas
me lleva a ti:
a las almas que no vuelven
después del beso, a esta espera
en que nos desangramos.
Se nos muere un árbol en la piel,
sus hojas dicen algo en la profundidad de un verso
que se llena lento, antes de desaparecer.
El amor fue el primer espejo
algunos no dejaron de mirarse.
El amor fue el primer espejo
lanza su reflejo más escueto
antes de ser roto.

martes, 18 de julio de 2023

Playa Escondida......Lauro Cruz Sánchez

Foto: Playa Escondida, México (www.nauticalnewstoday.com)
Resultó ser todo un viaje. Una convivencia junto a las olas del mar que hermanó al grupo de amigos a través del tiempo. A cuarenta años de distancia de aquella aventura, las escenas vividas permanecen frescas en tu memoria. Lo realizaron en el mes de septiembre, durante uno de tantos puentes que marca el calendario. Se convirtió en un fin de semana tan glorioso como memorable. Contagiados por el entusiasmo de una pareja gay –los escritores Luis Zapata y Olivier Dubroise–, Carmen, David, Carlos, el Mono y tú, aceptaron pasar el fin de semana en Playa Escondida, a 30 minutos de Catemaco. Les va a encantar, ya verán. La vista aérea del mar es inigualable. Saturaste tu Maverick 78 con siete pasajeros, contraviniendo las leyes del tránsito. ¡Naaahh, no hay “tamarindos” que aguanten un cañonazo de cincuenta pesos!, exclamas, al iniciar el viaje. Sus ilusiones surcan los aires; las llantas rechinan en cada curva, divertidas. Todos viajan bajo los efluvios del alcohol y la mota, excepto tú. Ríen ante la posibilidad de un accidente. ¡Ja, sólo se mueren los pendejos!, grita David, con un vaso en la mano, brindando embelesado por el esplendor del paisaje. Carmen también bebe, aunque en forma moderada, por si acaso debiera reemplazarte como chofer. Tú no tienes ninguna intención de soltar el volante. En el interior del auto, los efluvios del alcohol se pueden cortar. El humo huye despavorido por las ventanas abiertas. El aliento característico de los borrachos se confunde con el aroma ácido del sudor de los cuerpos. El Mono se toma la liberad de soltar un sonoro pedo para provocar la hilaridad de la concurrencia. Al sentir el fétido olor, todos gritan y manotean, como espantando moscas. El autor de aquella majadería se gana varias mentadas de madre y algunos zapes de parte de los presentes.

lunes, 3 de julio de 2023

Supuestos......Marcelo Fagiano

¿Y si Dios fuera una mujer? alguno dijo
JUAN GELMAN

Foto: Francesca "Kitten" Natividad 
en Bajo el valle de las ultraVixens, de Russ Meyer
¿Y si Dios fuera una mujer que se puede seducir y amar?
¿Extender en una cama bajo el látigo del amor
que rumoroso palpita en el río de la sangre?
¿Y sus ojos cerrados, de par en par,
el jadeo que calma y cura cada una de las enfermedades?
¿Y si él es todas las mujeres repartiendo su deidad por el
mundo? 
¿La facultad creadora de la especie
repetida en siete días de destrucción inagotable?
¿Y si Dios se deja fecundar por su imagen y semejanza
y su templo al fin es una cama?
¿Y si hundir el sístole y diástole del instante
en la festividad afelpada de una entrepierna
no es otra cosa que tocar el cielo con las manos, endiosarse
un poco, 
ver la cara de Dios, su cuerpo entero, deseoso y celestial?
¿Y si adoptó esta manera de encontrarse
para olvidar el soliloquio del espíritu
que anhela, entre otras cosas, un poco de furor todos los 
días, infinitas veces  
y así escapar hacia ese soplo que gobierna la felicidad?

sábado, 24 de junio de 2023

Café bajo sombrillas junto al Sena......Emerio Medina

Foto: Bianca Hugo
Y enseguida supo el extranjero que esa era la mujer que buscaba aunque el mulato que proponía puros cubanos originales a buen precio señor estuviera hablando de una prima que tenía aquí mismo en la otra cuadra esta misma noche usted verá y hacía un esfuerzo por desviarle la atención por obligarlo a mirar hacia otro lado por quitarle del campo de los ojos esa visión de la muchacha que llevaba horas caminando y se había detenido un tiempo suficiente junto a la barra de un café al aire libre en la calle Obispo bebía un refresco una gaseosa la primera del día la única después de tanto rato bajo el sol hurtando el cuerpo esquivándose de las miradas peligrosas eludiendo a los policías que hacían sus rondas en la acera y ella sólo podía esgrimir un trozo de silencio una sonrisa para todos una manera de observar el mundo desde un ángulo difícil a veces con el brillo limpio abierto centelleante de las pupilas que absorben y devuelven sin vacilación y a veces con el velo opaco tenue imperceptible de los ojos que se han cansado de mirar pero la pose limpia y la esbeltez de la figura avisaban de una conversación inevitable los zapatos de tacón alto y el vestido tan fino y ajustado avisaban de algo también la cartera de cuero sólo podía contener los accesorios indispensables cuando ella se corrió a un lado para dejar pasar a los chiquillos que jugaban a los buenos y a los malos al policía y al ladrón al bandido y al héroe el extranjero entendió que el momento era bueno sólo desprenderse  del  mulato  que  seguía  hablando  de  una

jueves, 15 de junio de 2023

El desamparo y las generaciones......Ur Olivero

el patron del garaje le riñó severamente de resultas de una queja de miss Stein. [...] el patrón le dijo: «Todos ustedes son une génération perdue
     —[...]Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación perdida. No le tienen respeto a nada. Se emborrachan hasta matarse...
     —El patron de ese muchacho estaba probablemente borracho a las once de la mañana dije—. Por eso se le ocurren tan bellas frases.
[...] Pensé en miss Stein y en Sherwood Anderson y en lo que significan el egoísmo y la pereza mental frente a la disciplina, y me dije: ¿quién está llamando a quién una generación perdida? Pensé que todas las generaciones se pierden por algo, siempre se han perdido y siempre se perderán
ERNEST HEMINGWAY, París era una fiesta

Foto: Pablo Antonio Rosa Carmona, El Tigre y la Peña en el Magic
para BDLPT 

¿Lo somos, como dice nuestro poeta José Martí?”
         “...”
       Acaba de llegar del curro la ingeniera y me dice que ya le mandaron a la hermana el pasaje para viajar. Me alegra molt, sé que por allá por Alicante los oficios de una buena hematóloga sabrán hacer su camino y luego podrá regresar al país con buenos ahorros, eso no le pone trabas a seguir cobrando la jubilación en la isla. El perro Turco le cayó detrás a una gallina con tres pollitos y, si no le grito fuerte, casi la descuajeringa de los tirones que le daba. Es muy joven pero ya el instinto se le mueve, y hay que andar con ojo de halcón para que no llene el patio de plumas y sangre. Hay unas cuantas que se han apropiado el patio para ellas y, bueno, cuando se presente la noche de los fósforos y el azufre no habrá salvación. Y ningún vecino podrá venir a reclamar nada, si el hambre de la reclamación los seduce, que las tengan encerradas en sus casas.
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