Finalista del V Concurso Internacional “Litteratura” de Poesía
Manifiesto
Habitar
el gozo de danzar descalza
sobre
las ruinas del «debes ser»:
coreografía
lúbrica de insurrección
contra
lo déspota del tiempo.
En
el campo de batalla,
el
cuerpo se alza como arma,
cada
movimiento un desafío:
una
soberanía carnal sin disculpas
afrenta
al poder desde el gozo desmedido.
Clama
visceral el ágora del espíritu
despojarse
de la moralidad ajena,
cultivar
los deseos, los pulsos,
Mientras
arda, mientras taña el deseo,
ser
invencible, ser eterna,
como
manifiesto de guerra.
Mi
memoria
Mi
memoria de mujer, mujer de carne.
Un
boudoir velado,
cajones
clandestinos, sellados,
guarda
deseos vedados
y
pétalos marchitos
de
antiguas pasiones
inconfesables.
O
los hilos intrincados
de
encuentros furtivos
y
las agujas aceradas
del
deseo, que aguardan
para
pincharme los dedos.
Clandestinos
Arriba
el profundo ultramar,
el
mundo desliza
la
anestesia de su sombra,
y
desgarra el dosel
su
gélido bisturí de plata.
Los
tormentos del día
se
desvanecen,
desnudos
y frágiles,
bajo
luceros confinados
que
yacen ocultos
en
las grietas del cielo,
esperando
la libertad del ocaso.
Cada
fulgor, un beso robado,
cada
sombra, un encuentro acerado.
Su
frío silencio,
ecos
clandestinos, condenados.
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Elisa Morales Viscaya |
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