El
que decide es el viento. El viento que se lleva
la aventura, el infolio y la canción.
LEÓN
FELIPE
clavado
como un grito en los pulmones.
Caen
las hojas muertas, los poemas
amarillos
y yertos del crepúsculo.
Escribo
contra el viento, con el viento
mojándome
las sílabas; el llanto
humedece
la noche fatigada
entre
calles huyendo de la tarde
y
desnudos árboles solitarios,
la
noche de cemento, acristalada,
con
luces vacilantes que rehúyen
Escribo
contra el viento, con el viento
crepitando
en el fuego del estío,
ondeando
en los sueños marineros
que
dejan en los puertos y las playas
un
regusto salobre de tristeza,
gimiendo
soledades en la noche,
peinando
largamente las arenas
impregnadas
de cuerpos y de olvidos.
Escribo
contra el viento, con el viento
terrible
del otoño que nos lleva,
nos
desnuda y nos viste con el polvo
gélido
y sin memoria de sus manos.
Desgajadas
palabras amarillas
pregonan
su impotencia y su mudez
anhelando
la noche y otros soles
que
el tiempo como un sueño propiciara.
Escribo
contra el viento, con el viento
como
un perro azotado entre las piernas
mientras
van, errabundas, por el río
frases
ramas sin nidos ni esperanza
que
dejan a su espalda yermos blancos
donde
germina, oculta, la alegría;
y
pongo el corazón sobre los surcos
con
silabas de sangre roturados.
Escribo
contra el viento, con el viento
que
orea y disemina las palabras,
que
destierra poemas o banderas,
que
ondea las cuartillas desatadas,
papeles
sin memoria ni conciencia
—el
viento de la vida, de la muerte—,
certidumbre
futura de la calma
que
ha de vestir un día nuestros actos.
Escribo
contra el viento, con el viento
clavado
hasta los huesos del espanto,
llevándose
la voz de tantos muertos,
esparciendo
palabras que no encuentran
acomodo
en los círculos del tiempo,
desatando
su rabia cuando el frío
que
pone la alta nieve entre sus manos
congrega
a los fantasmas de la ausencia.
Escribo
contra el viento, con el viento
que
decide qué se lleva, qué me deja,
qué
me ofrece, qué me quita,
que
me mata lentamente cuando escribo.
Es amigo personal y conozoo perfectamente su poesía. Un poema magnífico, como todos los suyos.
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias por traerlo
Muchas gracias, Mari Pau.
ResponderEliminarEn este blog hay varios poemas míos y un relato.
¡Ah, la lectora más asidua de "Litteratura" por fuerza tenía que conocer a un gran poeta como Jesús!!! Él lo explica con la modestia que le caracteriza, pero no sólo escribe en nuestro blog, sino que ha ganado el I y III Concursos "Litteratura" de Poesía, obtuvo el segundo premio en el II Concurso, y quedó finalista del IV Concurso de Relato. Un fuerte abrazo para los dos, Albada y Jesús
ResponderEliminarEl mundo es un pañuelo, Jordi.
ResponderEliminarUn abrazo.