nos reuníamos a
fumar cigarros
y a hablar cosas como estas.
Luciérnagas
en la hierba somnolienta
atrapo una para hacer de mi mano un
farol.
Ya
escribo sin la esperanza de una respuesta.
Para
decir que lo que nos vimos desnudos
fue demasiado y no
suficiente.
Desde
que nos tocamos no estoy vacío.
Oigo
tu nombre y mi corazón se sobrecoge.
Atrápame
en ámbar.
tejidos, nervios
y alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario