sábado, 23 de septiembre de 2023

Una porción de eternidad para este pobre diablo......Marcelo Fagiano

Foto: Edvard Munch, El grito

Nadie gritará por mí en esta inmensidad de cemento,
nadie aullará mi desesperación,
porque todo parece estar bien, o queremos creerlo.

Grito entonces a través de las calles,
entre las costillas del viento,
en los rincones más apetecibles de los basurales,
en las ventanas de los presidentes, gansters y verdugos.

Grito saltando hacia el abismo
esta poética de emergencia
                        de suicidio
                            de huelga de literatura. 

2 comentarios:

  1. Al final a veces la poesía es ese grito de Munch. No sé spor las calles, o ante un papel impolut que llenamos con palabras.

    Un abrazo, y feliz finde

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  2. Copletamente de acuerdo, Albada: la poesía muchas veces es el tremendo grito de Munch y el amigo Marcelo, o en el caso de Ginsberg, un aullido épico. Un fuerte abrazo

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