Finalista del III Concurso Litteratura de Poesía
abría
la puerta
y
estaban en brazos los hijos.
Dos
niños, una niña,
vivían
las risas de los cuentos,
jugaban
y
el patio florecía.
Pasaron
los años,
hubo
silencios,
pocas
veces en puerta abierta.
La
mujer comenzó a encerrar sus dolores
en
nubes de tarde,
sacaba
su aureola consumida,
llevaba
ojeras vagabundas
y
miedos circundantes.
Ya
los muchachos
habían
dejado los brazos,
estaban
dibujados en las canas largas,
en
manos temblorosas,
en
insaciables miradas de ventana
cuando
los buscaba.
La
vida se iba tan rápido
que
tronaba en los huesos,
se
iba
como
las rosas del jarrón,
dejando
sangrantes recuerdos.
Los
hijos y la hija
florecieron
a la fuerza,
como
cuando caen las primeras lluvias
y
las semillas
irremediablemente
tienen que darnos hojas.
La
hija tomó el camino,
no
volvió, se la llevó el destino,
ese
de baile y orgía que deja resaca,
ese
de hierba y sogas por la garganta.
Quedó la madre, arreciando la soledad
la
vieron abrir la puerta,
sus
ojos no tenían nada,
se
habían secado con ella,
con
el polvo que espantó la hija
por
el camino del suicidio.
Entonces
fueron a la vieja puerta.
Qué
difíciles letras se leen
en
puertas abandonadas,
donde
todo sigue lastimado.
Llevaron otras historias para salir de aquella.
Llevaron otras historias para salir de aquella.
Cuando
decidió escuchar,
rompió
su soledad y su silencio.
Del
mundo comprendió
que
hay quienes se quedan
a
llorar esperanza,
otros se van para huir,
viendo
que los caminos permanecen
y
los pies ya no;
viendo
que crecen con ojos ciegos
las
espinas del recuerdo.
Todavía
duerme con ella,
esa
carta viva que la hija dejó
antes
de quitar los pies de la tierra.
Todavía
suena el grito
de
los hijos que no vuelven,
y
ella ha empezado a ser como el tiempo,
solamente
despedida.
Solamente
madre de hijos que no vuelven.
Edwin Antonio Gaona Salinas |
* Nació en 1971 en San Antonio de las Aradas (Ecuador), y estudió
en la Universidad Nacional de Loja y la Universidad Laica Eloy Alfaro de
Manabí. Es licenciado en Ciencias Sociales y Políticas, abogado y capitán de policía
en servicio pasivo. Escribe
poesía, novela, cuento y aforismos. Autor de los libros Poesía para la mujer y la
vida, Los versos de un policía, Poemas al viento, Suspiros al viento, Pecado comunal y Jugando con taumaturgos. Maestre
de la Orden Poético-Literaria Juan Benito y embajador de la Rima Jotabé
en Ecuador, ha sido galardonado
en diversos concursos internacionales de España, Estados Unidos y Puerto Rico: Primer premio de poesía en el Colegio Miguel A. Salinas Jaramillo, ganador del XX Concurso de Poesía Fiesta Internacional del
Trabajador (Mota del Cuervo, Cuenca,
2017), accésit en el
III Concurso de Micro-relatos “Los
cuentos claros contra el machismo económico” de la Fundación Mujeres por su
relato Víctimas, y finalista del III Concurso “Hispanic
Culture Review” (George Mason University, Fairfax, USA, 2018) por el poema
Migrante por la tierra. Finalista del III
Concurso Litteratura de Poesía.
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