Tercer Premio (ex aequo) del II Concurso Litteratura de Poesía
Remolinos sorprenden a mis tobillos en la calle
Foto: Antonio Pinacho, Inundaciones en Vigo |
el cielo oscuro todavía se apaga más
regulador de luz celeste que vuelve noche la tarde
todos los planes de verano tardío, ¿dónde van?
Llegó octubre con su promesa de lluvia incesante en
regulador de luz celeste que vuelve noche la tarde
todos los planes de verano tardío, ¿dónde van?
Llegó octubre con su promesa de lluvia incesante en
el día
avanza el ocaso tres casilleros que dana las horas un valor añadido, impuestos del clima
que, aburrida, desganada, agobiada, vencida por la
desidia
pago por costumbre, para añadir a mi suplicio unverso más.
Hojas mojadas, libretas salpicadas que recogen los alumnos
agua que expande el papel, borra palabras, escapan
del folio que renace blanco azulado, seminuevo, de ocasión,
reciclado, embellecido por las difuminadas letras goteadas
desde los cabellos rebeldes de la niña que estudia; de las manos
sucias del niño que come patatillas grasientas, manoseadas.
Informes y expedientes de juzgado a merced de las goteras
almacenadas. Jueces y juezas visten toga sobre su ropa empapada
Instancia e instrucción, audiencia provincial, lluvia, primeras
causas, juicio oral, procedimientos, lloros, alegrías, nada,
abogados y abogadas, fiscales y secretarios, secretarias, huellas,
ADN, escuchas telefónicas, repiqueteo en los cristales, pruebas.
Recursos, coches, garajes mancillados, protegido por alarmas.
Carpetas, portafolios, multas y subvenciones, nepotismo, prevaricar
Estudios de viabilidad en las calles de la inhóspita ciudad
Llueve y los metros resbalan, los espráis entremezclan su pintura
con el agua de la lluvia que juntándose en regatos, buscará
el camino al sumidero; batallas con los obreros, contratistas, ingenieros,
fauna civil, industrial, peritos, peritajes, técnicos de la administración local
Participación ciudadana, fiestas, asociaciones, viajes pasados por agua
turismo local e internacional, excursiones, promoción de visita otoñal.
Ciudad húmeda de polvo, casas viejas, canalones que chorrean
hierbajos, bichos y arañas que surfean sobre hojas; hormigas
que aprenden a nadar; pequeñas mariquitas se adhieren a los troncos
en las copas pían pájaros pequeños, en el cielo gaviotas que planean
sobre tierra, anuncian más lluvias, temporal, mar herida,
mar picada, mar gris de espuma salpicada; marineros que navegan
hacia el banco de la vida: los peces saltan, nadan, escapan... no pueden
pican los cebos, caen en las redes; los aparejos vuelven ricos en yodo
y el patrón le sonríe al cielo: La lluvia trae días de buena marea.
Letícia Álvarez Lorenzo |
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