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Foto: Robin Thom, Cartel de la nacionalización de la fábrica NicaroNíquel |
Así
que el muchacho está en sus cosas de hacer cuadros y eso, bueno, está bien que
se entretenga en algo pero lo mejor es que haga algo útil, que qué le dan por estar
pintando esos cuadros, que si por eso le dan dinero, “Que no, abuelo, que yo
soy un artista y los artista hacen las cosas por amor al Arte, que no hay que andar
pensando en plata, abuelo, se hacen las cosas y ya”, vaya, me quise morir, pues
que me explicara eso otro día porque ahí me resbalé y me perdí con eso, Dios
sabrá lo que me quiso decir el muchacho, eso de amor al arte, a qué arte se
refería porque digo yo que andar pintoreteando unos pedazos de tela y esas
cosas, todo eso está muy bien porque aquí en la isla hay personas que hacen
eso, artistas, y son cosas bonitas, y salen gente en esos cuadros y casas y
palmas y paisaje y todo, pero el Estado ayuda a esa gente para que se
desenvuelvan mejor en sus cosas, pero les ayuda con cosas que esas personas
necesitan, así de gratis, de hacerlo por amor al arte, no sé lo que me quiso
decir, y cuando machaque el hambre, qué, y cuando hay que pagar la luz y el
agua, qué, le dije en una cartica, que me mandará otra explicándome con más calma, que
ahora en estos días tenía que mirarse un estudio para trabajar, que
pensaba que le rebajaría el dueño de ese sitio, que según el contrato estaba
reformado, pero según Ursito el contrato decía una cosa pero en la realidad de
veras no era como decía el papel, el problema es que las cosas del papel casi
nunca concuerdan con lo que uno se tropieza después, el papel aguanta todo lo
que le ponen, no hay que fiarse de nada ni de nadie y mucho menos cuando el
papel dice una cosa y uno se tropieza de frente con otra cosa muy distinta de
lo que está puesto en el papel, este mundo está lleno de pícaros. Ahora, de
todo eso estuvieron hablando el otro día en la televisión, y en la Mesa Redonda
esa también, que decían los dirigentes que ahora en las tiendas hasta les ponen
a las romanas para pesar, les ponen trocitos de tuercas y arandelas y hasta
monedas viejas, para cuando la persona pida una libra y media de pollo el
vendedor, el que despacha, quedarse con onzas a su favor, que sumando onzas con
onzas figúrese, barrer para su casa y cuando viene a ver, al terminar el día se
llevará para su casa más de un pollo y se lo repartirán entre los que pinchan
ahí en esa tienda, que son del Estado, es que el Estado tiene que controlar
todo eso y que no roben tanto a las personas que vivimos de una jubilación, que
no nos pagan tanto como para estar viviendo como un pachá o como un rico, hay
gente acá que viven así como si fueran millonarios, no han hecho mucho nada,
pero como han tenido la suerte de salir para el exterior y trabajar fuera del
país pues han hecho dinero por esos andurriales y han venido y se han comprado
casas y todo con la plata de los americanos, que es la plata que vale en el
mundo, bueno, también están los euros esos que también valen un carajal, pues
vienen a coger toledos bajitos esos viejos que llegan al país, como si por allá
por donde viven no abundaran mujeres, entonces por qué vienen a quitarnos las
de nosotros, se lo he dicho a mi nieta, que cuidadito con darle confianza a un
carcamal de ese tipo, ella me dice que no, que quiere estudiar primero que
nada, que no me preocupe, que se quiere hacer primero médico o ingeniera, una
carrera que dé plata, o que arquitecta, algo con lo que se pueda desenvolver si
un día sale de aquí, a mí enseguida se me despertó el bombillo y no quise
mentar la soga en casa del ahorcado, pero tuve ganas de preguntarle por qué si
estábamos hablando de una cosa me salía con otro arpón, qué quería decir eso de
salir de aquí, pero en el momento que tuve por preguntarle vino su amiguita del
barrio, la del E14, que esa muchachita no sé por qué no me da buena carta, oiga,
uno es lo que come, si usté come bungos todos los días, pues tu vida se
parecerá a un mata de bungos, es un decir, si usté come fino dentro de lo que
se puede, pues la elegancia se te saldrá aunque no quiera, porque para comerse
ese bisté usté tendrá que emplear esa forma de cortar el bisté, tendrá que
tener en cuenta otras cosas que tienen que ver con la manera de comerse ese
bisté, no sé, otra ceremonia, y no debería ser sentado frente al televisor,
como hace mucha gente cuando tienen un plato de fufú de bungos en las manos y
se sientan a mirar le tele así como a lo loco, sin esa ceremonia que se debe de
tener cuando es una comida más fina, más laborada, es un decir, hablo bisté
pero también puede ser otro tipo de comida más fina, pues esa muchacha del E
14, me parece que la he visto en situaciones que no me convencen mucho para que
reme con mi nieta, pero bueno, yo se lo he dicho, ella sabe lo que tiene que
hacer con elegir a sus amistades, como se suele decir, del diablo son las
cosas, así que estudiar para si ve el chance irse para fuera, es que fuera
exigen a la gente que esté preparada, ya me lo ha contado mi nieto, allá no
pueden estar engatusando la gente a los empresarios y esas cosas, me imagino
que para alguien montar un negocio tan poco no debe de ser, me dice Ursito que
no, que allí cuando uno se acerca a un trabajo para pedir pincha, te piden el
currículo y que sólo de mirarte ya se pueden hacer una idea si vas a dar la
talla o no vas a dar la talla, porque allí parece que el tiempo sí que vale
dinero, las cosas que se pueden hacer hoy no las dejan para mañana, de ninguna
manera que no, porque por una cuestión de respeto, respetan tu tiempo si has
quedado con alguien, no te tienen ahí esperando hasta las tantas como si tu
tiempo no valiera nada, se supone que si quedas con una persona para algo, has
dejado de hacer otras cosas y tratas de ser puntual porque tú respetas el
tiempo de la otra persona, aquel mundo es muy diferente a éste, pero a mí
déjame con esto con todo lo malo que tenga, a mí no se me ha perdido nada por
allá por esos países capitalistas, pero que nada, él me ha dicho que si me
animo nos puede hacer una Carta de Invitación para que podamos viajar Cecilia y
yo, y Cecilia que nones, que de aquí de este monte perdido no la saca nadie, y
le tiene pánico a los aviones, ella nunca ha volado en ningún avión pero le
tiene miedo a volar aunque no sepa con qué se desayuna eso. Esa vecina que
tenemos enfrente es muy buena, no sé por qué la gente le tiene, no sé, inquina
o rabia o envidia, es hija de quien es hija, cuando ella llegó ya su padre era
quien era y ya contra eso no se podía hacer nada, yo creo que le tienen envidia
porque ella se da a respetar y es una persona preparada, y pienso que ella
pensará que no tiene por qué andar por ahí perdiendo el tiempo con nadie, y
mucho menos malgastando su energía en boberías con gente que no le llega ni a
los calcañales, no es porque sea ingeniera, acá en la isla hay muchas, así que
no se trata de eso, es otra cosa que va por dentro, en su manera de hacer y de
ver las cosas, y supongo que el apellido pesa, me imagino, pero eso no sucede
solo acá, eso sucede donde quiera y desde que el mundo es mundo, debe ser
envidia lo que le tienen, no sé. Tiene una casa muy bonita con un patio donde
hay sembradas muchas cosas, y vive sola pero desde hace días veo rondar a un
muchacho ahí, que creo que ese muchacho vivía fuera, eso por lo menos es lo que
rumoran, y es de la familia esa que son un burujón y que según rumores que van
o vienen, muchos ahora de esa familia rechazan al muchacho porque no tiene
plata y ya no está en el país como si fuera un yuma de fuera, que hay que ver
la cantidá de hipócritas que hay sueltos por ahí, o sea, si te ven que te
pueden sacar plata o lo que sea, pues te tratan de una forma, pero si no te
pueden esquilmar nada pues ya no sirves, ya sobras, casi que molestas hasta en
la misma familia, que me recuerdo bien cuando años atrás vino el muchacho ese
con su señora, hasta un tío suyo le mató un puerco y todo eso, vente a casa, y
quédate si quieres y ten este dinero si lo necesitas, eso se ha regado por ahí
y debe de ser cierto, porque muchas veces los refranes son eso, refranes y nada
más, pero cuando el río suena es porque agua digo yo que debe de traer, ¡digo
yo! Ahora en los últimos tiempos se ven muchas cosas que antes de irse Ursito
ni nos imaginábamos, pero la vida corre rápido, como el vuelo de la codorniz o
la tojosita, esos son pajaritos que andan por ahí por el patio y lo malo es
que los muchachos con sus tirapiedras no perdonan, en cuanto ven alguna ya le
quieren caer detrás y matarla, ni tan siquiera para comer, matarlas nada más
que para fastidiar y hacer diabluras pero eso a ellos les hace gracia, y ahora
cuando llegue el verano la playita que tenemos enfrente se llenará de gente de
La Pasa, de Río Grande, hasta del mismo Levisa vienen cuando el río Cabonico se
les desborda, y no cabe un alma más, menos mal que tenemos el mar cerca, es un
alivio. Cuando Ursito era un vejigo, habían juntado el Cayito con tierra firme,
luego con maquinarias y tractores hicieron un terraplén y ahora está la playita
esa que llaman La puntica de Belquis, se llena eso cuando llegan los meses
julio y agosto que se manda un calor del carajo, dice mi nieto que por allá por
las Españas en según qué lugares, pero sobre todo por allá por el sur de
España, los viejos se mueren de calor y asfixia, que hasta más de cuarenta
grados alcanza la temperatura, que donde él está no, porque al estar el mar
cerca el calor no es seco, y eso ayuda, y que hay hasta playas de gente que se
quita toda la ropa y se queda en cueros así como Dios te trajo al mundo, y que
se han dado casos de personas que han ido a rascabuchar, de mirones que no tienen
otra cosa mejor que hacer y van y se aprovechan, y que la policía no puede
meterse en eso porque la gente va como le da la gana ir, y que esos que tengo
en frente quieren ir sin ropa y yo no, pues allá ellos, y con un filito uno
mira para ésta, o mira para aquélla otra de más allá, y que no lo pueden acusar
de nada porque es legal que entres a la playa como tú quieras, como dice mi
nieto que ahora se aprende palabritas y formas de decir de allí, que entres a
la playa como te apetezca, que no porque la mayoría vaya al cuero tú también
tienes que quitarte la ropa, nadie te obliga a ir como los otros van, qué clase
de libertad más linda esa… pero hay que tener miramientos porque esa señora es
una señorona muy confusora, esa palaba confunde a muchos y muchas y unos
piensan una cosa y otros piensan otra que se le parece pero viene a ser en el
fondo otra distinta, y eso trae sus confusiones. Que ahora lee no sé cuántos
periódicos para enterarse de las novedades de exposiciones y de libros que
salen y que le gusta leer para enterarse, que le gustan no tanto las novelas como
los ensayos, nos dijo el otro día. Cecilia estaba colando un poquito de café y
que qué era eso, que un ensayo, abuelo, ¿Un ensayo de qué, mijo? Que un ensayo,
un estudio que se hace de algo, de cómo está hecho ese algo, de las partes que
forman ese algo. Y Cecilia me trajo la tacita de café y que pondría la novela,
que ahora esa mujer de la mina de diamantes es que se ha enamorado de uno de
los que trabaja en la mina, pero como el muchacho no pertenece a su clase
social pues la gente habla y le quiere hacer la vida un yogur de la
criticadera, es que cuando la gente no emplea su tiempo en algo más interesante,
pues dedica las pocas energías que nos van quedando a chismes y diretes, pero
si en vez de andar en esas bobadas se pusieran a ver un documental sobre cómo
se hace un edificio, o eso de estudiar por qué unas empresas ganan el triple de
plata que otras y por qué no les hacen contratos a los que trabajan en ellas,
si emplearan su tiempo en cosas de provecho habrían menos brutos sueltos y sin
vacunar por ahí, como dice la vecina de enfrente, pero bueno, ella estudió y
sabe pensar, porque pensar es fácil pero saber
pensar, eso es mucho más
complicado de lo que la gente cree y se piensa. Ahora tiene el hijo fuera,
trabajando en una empresa que tiene que ver algo con la medicina, pero ahora
mismo no me recuerdo bien cómo se llama eso, no es que el muchacho sea médico,
pero su especialidá o en lo que trabaja tiene que ver un no sé qué con la
medicina, el caso es que el muchacho, como se dice ahora, es un máster, ahora
se ha puesto de moda esa palabrita y a cada rato escucho que la gente dice un
máster en esto, o un máster en aquella otra cuestión, pero cuentos, muchas
veces son malabarismos, por cómo te responden de másteres y esas burundangas,
nada de nada, basta escuchar a esos que pregonan demasiado y te das cuenta que
la famosa raya del famoso tigre no es una raya, es una línea hecha con una tiza,
o con un pedazo de carbón, cae un poco de agua y la raya o la línea ya se fue,
dejó de ser lo que parecía para empezar su viaje a parecer otra cosa, no hay
que fiarse mucho de esos que dicen soy esto o soy aquello, porque si hay una
cosa importante en este mundo tan caótico que tamos viviendo en estos tiempos
es que una cosa es la memoria, y otra muy pero que muy distinta el
conocimiento, mi nieto me lo recuerda porque dice que cuando te citan para unas
pruebas allá, cuando has dejado el currículo en una empresa de trabajo, ¡enseguida
captan, como dice Ursito, si estás inflando o si no lo estás! Una cosa es
memorizar y otra muy distinta es el conocimiento, la fuente, los datos, que me
lo digan a mí que fui durante bastante maestro de Historia en una Secundaria, y
tenía que pelearme con los alumnos para que se fijaran en lo que tenían y
debían de fijarse. Hay muchos ríos en esta provincia y tienen unos nombres que se te quedan adentro como si fuera esa su intención, el Miel, el Duaba, el
Toa, es importante como llamamos a las cosas, porque es una forma de alargar su
camino y darle semillas para que rieguen por ahí, un nombre, como dice mi nieto,
es como una marca, “Es una señal, abuelo, la fetén, abuelo”. Y mira cómo
aprenden cosas los vejigos cuando salen pa fuera, que si su padre lo pudiera
ver en las fotos que manda, ¡es jodido eso de quedarse ciego y no poder ver
más, qué cosas!!! Bueno, menos mal que tiene salú, otros no tienen ni eso, así
que no nos quejemos. A veces me acerco por su casa un rato para saludarlo y no
está, pero me lo encuentro en uno de esos patios que anda limpiando por ahí por
el barrio, ganándose unos pesitos que nunca están de más, ahora ya no valen tan
baratas las cosas, hasta lo que menos te imaginas vale un dineral, y contimás
con lo que los americanos nos hacen y nos impiden que lleguen las ayudas acá.
Ursito dice que no todo es el bloqueo de los yanquis, “No, abuelo, no se
engañen, dentro hay bastante también, pero eso no lo dice la prensa oficial de
allí porque no conviene. Hablan solo de lo que les conviene, abuelo”. “Mira,
muchacho”, le digo, “déjate de comer catibía y no estés criticando esto, que de
afuera las cosas se ven de otro modo y con otro espejo, así que no siembres
cuchillo de palo en casa del herrero, que yo tengo mis años y aunque no tenga
estudios superiores como tú, no me chupo el dedo, tienes que dedicarte a tu
trabajo y dejar la politiquería, que eso no trae nada bueno.” “Abuelo, es que
todo es política, que no les cuadre a los de arriba que la gente sepa
defenderse políticamente, eso es otro asunto bien distinto, abuelo, a otro
perro con ese collar, abuelo.” Me saca de las casillas a veces, pero eso en
seguro es la edad, cuando uno es más joven se quiere comer al mundo y a los que
viven en él, así cualquiera. Que ha visto por el ordenador a la vecinita de al
lado, y que hay fotos de personas mayores con ella y que las posturas son muy
provocadoras. “¿Qué quieres decir con eso, mijo?” “Sí, abuelo, como un poco
putonas las fotos esas. Me mandó una solicitud y todavía no se la he confirmado.”
Que una solicitud de qué. “De amistad, abuelo”, me dice. Como corren los
tiempos, por cuánto antes íbamos a imaginar que veríamos estas cosas y lo
rápido que se riega todo por ahí, que hasta se separan matrimonios por el
feisbu ese, por andar la gente en esas cosas de mandar manitos para decir que
sí, o filmarse ellos mismos y ponerlo en las redes, ya parece que sin esas
redes no puede vivir la gente, ahora son todo redes y conectarse y que pongan
saldos de pesos en los teléfonos desde fuera, y pásame un peso y no tengo
saldo, pásame un peso. En cuanto pude, le solté “Oye, mijo, qué quieres decir
con eso de la prensa oficial de allí. De qué hablas, mijo”, “Abuelo, la prensa
del gobierno”. “Aquí nada es del gobierno, mijo, acá las cosas son del pueblo y
ese periódico del yate es del pueblo, mijo.” “No, abuelo, bájate de esa nube.” “Mira,
mijo, no sé qué ideas te meten en la cabeza en el país ese donde estás, esa
España se ha vuelto muy complicada, ya ni se la puede reconocer.” “Esto no es
España abuelo, España no es una, yo vivo en Catalunya.” Y dejamos ese temita
por el momento porque después decía que nosotros le gastábamos la poca plata
que se ahorra para llamar. Y que si he visto al papá en estos días. Que no, que
fui por su casa pero andaría por ahí limpiando algún patio, con un ojo se
pueden hacer miles de cosas, otros hacen mucho menos con los dos. De todo se
cría y cuece en la famosa Viña del Señor, se verán cosas, dice esa muchacha
negrita que creo que se llama Felicia y es amiga de la vecina que vive en
frente, y creo que hasta se reúnen en alguna de las casas del edificio de aquí
del barrio para hacer sus encuentros y algo así, a ver si están conspirando y
no nos hemos enterado de nada y pasamos un susto. El que vende los pescados
volvió a pasar en una bicicleta y no vi que llevara la cajita de atrás donde
guarda sus luchas, ahora como se han puesto muy malas las cosas, han aumentado
los que andan en bici vendiendo sus búsquedas, unos camilos nunca están de más,
la gente del campo resuelve mejor según qué, pero hay mucha tierra sin trabajar
y si no se trabaja la tierra como han dicho los de arriba, pues avanzamos como
el cangrejo, nada, a ella se le puede sacar provecho, de ahí vinimos y ella nos
alimenta y volveremos a ella soplen los vientos que soplen, y el rumor es que
ahora los que han comprado un pedacito de tierra son más, para sembrar malangas,
boniatos, yucas y calabazas, son buenas esas viandas, ya se ha dicho por la
televisión pero la gente no hace caso, que para qué sembrar, dicen, pues para
no tener que estar dependiendo solamente de lo que traen a la tienda, que
tampoco es mucho, como le digo a la vecina de enfrente y ella nos entiende, a
veces vamos a su casa y nos tomamos con ella un buchito de café, y el día que
celebró su cumple nos invitó a pasar y que si queríamos ver unas fotos de su
papá y del hermano que murió, cuando esas cosas se hacen es que la gente se
siente muy sola, lo hacen pero no dicen que se sientan así, eso no. Buen café,
me dijo, pero creo que se lo traen de Baracoa, un contacto que tiene ahí que
trabaja en la fábrica, ahora en este año se jubilará, o el que viene, no
recuerdo ahora, el hermano vive por allá cerca de Las Palmas en otra casa, que
los jefes del gobierno le ayudaron en eso porque, bueno, es hijo de quien es
hijo y ese hombre hizo muchas cosas buenas por esto, si al principio ese señor
se revira y se niega pues la fábrica no puede echar a andar, pues lo llamaron
para contar con él y dijo que no se iba, que acá se quedaba, y pudo echar a
andar la de Moa y la de acá de Lengua de Pájaro, yo tengo un primo hermano que
se llevaban bien los dos, si fueron amigos no lo sé, pero mi primo hermano
siempre estaba metido en su casa los fines de semana y conversa que te
conversa, ¿de qué hablaban tanto? Pues ni idea, como a veces me responde mi
nieto cuando le pregunto sobre alguna cosa que me interesa saber de allá de las
Españas, como él dice, que me imagino que deberá ser así porque son regiones
muy diferente entre ellas para querer ser una sola cosa, en eso mi nieto tiene
razón pero en otras cuestiones, cuando me busca la lengua le digo que mejor ni me
sonsaque, porque acá no se sabe nunca quien tá en la escucha y si van por ahí a
meter la cuchara en otras conversaciones, y dicen algo que no escucharon, el
que no tiene en qué entretener a la sin hueso es así y contimás si desde
chiquito lo maleducaron así, que como dice mi nieto ahora en sus nuevas
cuestiones que aprende por allá por esa región donde vive y pinta, o pinta y
vive, da lo mismo, que la casa es mejor empezar a construirla desde los
cimientos, me recuerda, y bien que lo sé, y en eso al muchacho le asiste la
razón, que Dios sabrá donde escuché algo así y se me ha quedado. Ahora se puso
a ver mi señora una de esas pelis de Brusli, que los muchacho están locos por
ellas y ahora hay unos cuantos por ahí que lo viven imitando y quieren parecerse a ese luchador, y hasta se pelan y se hacen el cerquillo de ése que vive
fajándose con una pila y les gana casi siempre a todos, y no importa que los
otros traigan palos y cuchillos y anden con esos sables, ese chino es el
demonio y acaba con ellos en un decir Jesús, como dice mi mujer, qué locos
estaban hechos unos años atrás en hacer ejercicios y trapecios y abdominales
para parecerse a los chinos de esas pelis, que luego me enteré que al muchacho
ese peleador le hicieron una trampa por allá por Estados Unidos y no sé si por
envidia o por otra trama, el caso es que lo mataron o lo mandaron a matar, como
dice mi nieto que sucedió eso con el guerrillero argentino, porque hay muchos
decires y la verdá de la verdá nunca se sabrá, unos tienen una versión y otros
tienen otras y dicen que a ése por allá por el país ese de Bolivia lo mandaron
a matar y que había hasta gente del gobierno metidos en eso, que luego como que
se quedó así para no revolver a la gente, y total, de todas maneras los Estados
Unidos siempre han sido y serán enemigos de nosotros, porque no podemos permitirles
que nos cojan pa eso como si fuéramos esclavos o colonia de ellos, pero en esa
sinvergüencería hay países de la región, como dice el de la tele, Serrano, que
andan en chanchullos con los americanos para guataquearles y hacerse los amigos
en falso, porque les tienen miedo a los poderosos que mandan en ese país del
Norte. Pues que si ya está preparada la comida para esta noche, Que sí,
Eusebio, que si la muchacha que tenía que verla para el encargo de unos pomitos
de grasa de puerco que nos van a vender avisó, Que sí, Eusebio, la vi en la
tienda al buscar el pan, y que nos la traerán mañana por la tarde y que le
preguntemos a la vecina del frente, la ingeniera, si quiere un poco, que sin
problemas, porque la grasa y el aceite para cocinar están perdidas. No sé para
qué ve esas cosas, que mejor coja la revista Bohemia y se ponga a leer, se
aprende más con una revista o viendo un documental que viendo la piñasera y los
trompones que se dan esa gente, los golpes nunca han enseñado a nadie, luego se
rindió del sueño mirando la telenovela y cuando le pregunto, Que sí que la vi,
pero no, se duerme ahí en el balance y a lo mejor la ve en sueños y ella cree
otra cosa. Y yo me quedo mirando un documental sobre África o sobre animales
salvajes, me gustan más. Ayer vi a la muchacha de Báguanos que anduvo por el
barrio y después en casa de Piter, y andaba otra muchacha con ella, raro eso
porque esto no es zona turística y tal y como andaban vestidas, cualquiera que
las vea se piensa otra por si acaso, dicen que con el tiempo esto lo harán una
zona turística, eso dicen, pero un rumor comienza en la esquina de La Pasa y
cuando llega por acá ya se ha convertido en otra novela en serie porque la
gente no tiene en qué entretenerse, y los chismes y los bretes están al rojo
vivo en este país, la televisión dice que lean los muchachos y que cultura y
todo eso, pero nones, la televisión lo que a veces cuenta no se parece en nada
con lo que pasa en la vida real, algunas cosas sí, pero la mayoría no. En
ningún momento he oído que Tele Cristal diga que zona turística por acá ni nada
de eso, esto es un monte, un monte tranquilo, eso es verdá, por acá no pasan
esas cosas que sí ocurren en países donde se vive más convulsamente, y como hay
millones de chucherías y más plata pues también hay más líos y más problemas, y
hay gente de muchos países, y si ya cuesta que se entiendan los que son de un
mismo país pues imagínate que se entiendan otros con su lengua y sus costumbres
y su color de piel, por acá ver a un negro es normal pero en las Españas, como
dice Ursito, hoy por hoy sigue siendo una novedad, abuelo, “Aquí hacen creer
con las formas que aceptan a la gente diferente pero eso es de boca pa fuera,
en la vida real no es tan así, por ejemplo aquí a los moros no los quieren ver
ni en pintura, abuelo, los odian a los moros en este país, hasta me he encontrado
con polis por el Borne que dicen que hay que echarlos a todos de este país, que
no molan, abuelo, hasta yo me caía hace unos días atrás a ostias con uno en un
bar del Raval por estar haciéndose el listo conmigo, abuelo”. Que no juegue con
esas cosas, mijo, le digo, eso es herejía, que hay que llevarse bien con la
gente, que acá esta provincia era bastante racista en otros tiempos pero en la
mira de hoy eso ya no se ve tanto, la gente ya no es tan así, en los tiempos de
Machado y de Menocal y Batista sí, porque lo sé y lo he vivido, en aquellos
tiempos hasta les prohibían a los negros caminar por la misma acera de los
blancos y sentarse en los parques con ellos, ¿y un negro con una blanca? La
gente cuando escuchaba una cosa así se santiguaba y el que más y el que menos
no quería en su familia esas mezclas, menos mal que ya en estos tiempos no es
así y el que no tiene de Congo tiene de Carabalí, como dice el dicho ese
africano, ejemm, no me molesta pero a veces mi nieta estudia con un muchacho de
color, y eso no me molesta pero que cada cual esté en su sitio, nosotros le
enseñamos que ciertas cuestiones no se deben confundir y que una cosa es una
cosa y otra cosa es otra cosa. Lo que queremos es que no se deje llevar por
esas amiguitas que viven inventándose una vida de mentiras, queriendo tener lo
que no pueden tener ni sus padres pueden comprarles, hay que conformarse con lo
que nos toca, que por querer ir demasiado a loco uno puede terminar en Mazorra
o en otro hospital de gente que está tostá de la cabeza. Eso mismo hablábamos
el otro día en casa de la vecina de enfrente, fuimos a llevarle un pedacito de cake que nos trajo
de Mayarí un sobrino, parece que se acordó de que acá tenía familia y hasta me
pregunté si ese huevo no querría otra sal, que me conozco a las personas, de como
un año y pico que ni llamaba, pues nos pareció que había algo detrás de esa
intención aparentemente sin urdimbre, pero bueno, el muchacho nos dijo que no,
que nada, que vio una cola y pudo comprar dos cakes y que se acordó que hacía
tiempo que no nos llamaba, y que se le ocurrió agarrar una guagua de los
trabajadores que traen a la fábrica que ya no trabaja, y nosotros Bueno, mijo,
se agradece tu gesto, nosotros todavía no nos hemos muerto, y se reía, Tío, yo
tengo una curiosidad, ¿esa muchacha que vive ahí enfrente, ustedes la han visto
con alguien? Y eso me sonó un poco fuera frecuencia, pero bueno, le dije que
según sabíamos nosotros no estaba con nadie, que a veces hay un muchacho por
ahí rondando pero que no creíamos que estuviera empatada con ella, pero que no
sabíamos, “¿Por, sobrino?” “No, tío, es que el otro día estábamos en casa de un
amigo que la conoce y no sé por qué se me despertó el bombillo, nuestra hija
quiere estudiar Ingeniería en minas y pensé que esa vecina de ustedes, por ser
hija del importante ingeniero de este país que echó a andar la fábrica de Moa y
la de Lengua de Pájaro, pues no sé, tío, a lo mejor esa mujer sabe orientarle
en algunas cosas y le puede indicar cómo se hace una tesis, que ya nos tiene
locos a la mamá y a mí con la tesis que tiene que hacer, que no sabe cómo se
hace, y que si ve alguna pues a lo mejor se le van aclarando las dudas.” Que
trataría de hablar con ella pero que en ese momento no, porque primero la
llamaría y le dejaría caer el asunto a ver qué decía, y que según nos dijera lo
que nos dijera, pues que lo llamábamos a su casa y le contaríamos, pero que se
tuviera paciencia porque las cosas tenían que fluir de modo natural para que no
se molestara esa mujer, no queremos estar mal indispuestos con nadie en este
barrio donde somos cuatro gatos, no puede vivir uno con los vecinos como si
fuera perro y gato. Nos comimos el rico cake que nos trajo y se llevó para casa
de mi hermana una buena mata de bungos, y de paso que no fueran tan caradura y
se vinieran un día un fin de semana para ir todos juntos a La Puntica de
Belquis a bañarnos en el mar, y si teníamos suerte hasta podíamos comernos un
buen pargo con almendras, que nos ha dicho la vecina que le salen de maravilla,
y que a su papá le encantaba comerlo cuando vivía. Y que si se podía y se
animaba, nos contaba cosas de aquellos años al principio de la Revolución,
cuando el guerrillero lo buscó por toda la capital para encargarle que había
que echar a andar la fábrica de Moa y luego la de Lengua de Pájaro.
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