Finalista del III Concurso Litteratura de Relato
A
veces me vuelvo compulsiva, irracional, capaz de pasarme la tarde
entera tumbada en el sofá leyendo un libro, luego otro, si el
primero fue corto. A veces llego al final con ansia, otras mordisqueo párrafos que agotan mi paciencia; o mis ganas. O ambas
cosas a la vez. O primero una y, luego, las otras.
Fotomontaje de buenosairespoetry sobre original de Michael Montfort |
Me desperezo. Bostezo. Como pipas al
ritmo de las letras que desfilan como soldaditos negros regalando
legañas a mis ojos. Acabo la bolsa, termino el libro. Me siento
vacía. Busco otro libro, abro otra bolsa, como más pipas. Me
atraganto con mi propia saliva. El cuenco de cáscaras vuelca su
contenido sobre el sofá.
—¡Cagüenlaputa!
Arreglo el desastre y siento sed. Me
arrastro hasta la nevera. Cerveza cero cero, nivel exacto de mi
inspiración. Bebo la birra, dejo el libro, recojo las pipas, abro el
portátil; batería baja. Conecto el cargador. Página en blanco,
mente en blanco. Pensamiento en rojo, o más bien en morado. Se me
nubla la vista. Regreso a la cocina, bebo litros de agua. Necesito
morder. Rebusco en el armario, las gominolas se camuflan tras el
arroz. Abre-fácil, abre difícil. Destrozo la bolsa y las como de
dos en dos. Me duele el estómago, bebo más agua, vuelvo al sofá.
Descubro una uña rota, mordisqueo otras nueve, por solidaridad.
Pi. Pi. Pi. Suena el móvil.
Publicidad. Bostezo, vuelve a sonar, vuelvo a bostezar.
¡DESPABILA!
Pestañeo y tecleo veloz, nuevo
récord, vieja partida. Me despejo. Miro el correo, fisgo Facebook. Se
conecta Ramón. Me pilla in fraganti. Me aburre.
“Hola”,
“¿Estás?”,
“Apareces desconectada”
Bostezo.
“No se, un error de la red”
Error 404: Ramón.
Me aburro. Cedo. Comida china,
botella de vino, noche de sexo compulsivo. Masturbación solidaria.
Desahogo mutuo, uso en común. Utilizo su cuerpo, sus manos, su boca,
su fuerza y su deseo, para mi propio desahogo.
Acabamos; no se va. Le miro y bostezo.
Sueño con Bukowski y Miller en
la sórdida habitación del Bates
Motel. Suena Miles
con su “Generique”
entre el humo verde-rojizo de nuestros alientos. La vieja Underwood
escupe folios con manchas negras. Escribimos a seis manos hasta
desfallecer. Ellos borrachos, yo cachonda. Charles
me baja las bragas, Henry
me come la boca. Aúllo, retórica que no consigue alejar a Ramón, y
escapo de mi cama, regreso a mi sofá, a mi portátil, a la soledad
de la página en blanco. Bukowski recita a Baudelaire
entre mis piernas, Henry
tatúa “Sexus”
en la humedad de mi espalda. Charles
se corre, yo también. El cargador resbala y quema mi piel. Calor.
Dolor.
Despierto. Pestañeo.
Cursor palpitante sobre lienzo blanco.
Comienzo a escribir.
A veces me vuelvo compulsiva…
* Asturiana
con morriña, ejerce de funcionaria en tierras leonesas. Lee (a veces
compulsivamente) cuando su mente en blanco no saca nada de provecho
frente al ordenador. Narrativa, poesía, novelas actuales, antiguas…
Le fascina la literatura gótica de finales del XIX, pero es capaz de
disfrutar incluso releyendo las aventuras de los Cinco que modelaron
su presente como lectora. Es adicta a las series de televisión y
fanática del teatro, gracias a su paso por el ITAE de Gijón y su
pertenencia a un añorado grupo de titiriteros bañezano. Fue
finalista del I Certamen Alfeizar de Relatos, del que se editó un
libro recopilatorio, con el texto La última vez. Como Eme
Santos, ha publicado dos novelas: Tristísima Noche (2017) y Nordeste (2017), de venta en Amazon. Finalista del III
Concurso Litteratura de Relato.
Exquisito...
ResponderEliminarMuchas gracias de parte de la autora, Seductores!!!!
ResponderEliminarMil gracias a "Seductores de la Calle" y a "Litteratura". Gracias :)
ResponderEliminarMJMS
A ti por presentarte al Concurso, Eme!!! (O podemos llamarte María José?) Un abrazo desde el Mediterráneo
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