Segundo Premio del I Concurso Litteratura de Poesía
Déjame acurrucar por un
instante
ese recorte tiritando en la
memoria.
Corriendo de aquí
para allá.
Tan desnudo de calles,
tan agotado de horas,
buscando un abrigo.
Déjame descubrir
a qué sabe la angustia
filtrada
o el recuerdo hilvanado
bajo el poro abierto.
Déjame brindar, aunque haya
secuelas,
con cigarros mordidos y
gargantas violentas.
Y llévate esta copa de sangre.
Llévatela lejos.
A Ramón Navarro
Mirar las
hojas muertas, negras
–en el
suelo–, duele.
Sobre la boca
muda,
el ojo estéril,
cae la
oquedad más solitaria.
Aquí, el
tiempo se ahorca entre
el aire
agotado que
desangran las
horas.
En la mesa
libros y
apuntes
abandonados.
Todo parece
lejano y negado:
el aire, la
luz, la ansiedad,
los abrazos.
Solamente
recuerdo
esa gota que
late, terrible,
en mi mejilla
y se desdobla
en un rincón
–vencido–
de la
memoria.
Ese instante
Ser ese
instante asfixiado
por el
vértigo.
Encoger la
vena, extinguir el pulmón
y no
suspirar, para dejarse suspirar.
Repetirme,
ser anáfora en la memoria;
descender sin
sonido, como el roce de la huella
que besa el
poro y se diluye –lentamente–
contra el
resplandor del metal,
tan adentro
de tus ojos.
Copa nocturna
Y ya no sé si
es el whisky en la mano
o mi reflejo
cosido en los zapatos.
–Cierro los
ojos–. La ciudad duerme,
y con ella,
esta ceguedad
que nos avala.
Succiono
calles invisibles –trago tras trago–
y me dejo
atrapar por ninfas de urbe
que mecen su
nocturno ángulo.
Pasan los
sueños.
–Qué latido
de desaliento
se palpita
aquí adentro–.
Confundiéndose
la bella imagen
con el regio
hecho.
Amanece. Las
pestañas se izan.
Apenas sé qué
digo.
La voz
se tambalea, las ideas pesan.
¿Quién me
empuja cada noche
a surfear
desnuda por este néctar?
Vamos. Sumerjámonos. Aún quedan sueños.
Imaginemos
también que queda luna.
Que arriba,
más arriba de los tejados, el sol
se ahoga con
su rayo.
–Respiro
silencio–. No prometo nada.
La realidad de la
ficción
Te contemplas
desde esa
parte del ojo
que narra
hacia dentro.
Paseándote a
contraluz por mi sien:
desnudándome,
ofuscándote,
enterrándome con distinto
cuerpo.
Silvia Company |
* Nació en Valencia en 1991 y es estudiante de Grado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Valencia. Sus
principales inquietudes se centran en el estudio del lenguaje y la literatura.
Destacamos la publicación de algunos poemas: Lecho de
espinas (Primer premio de la Revista
Literaria Catarsis, 2007), Palabras indiscretas (Tercer premio del V Certamen de Poesía por la Biblioteca
Pública Municipal “Miguel de Cervantes” de Herencia, 2008), la
colaboración en la recopilación del recital Ciempozuelos (2011) con el
poema La duda, así como la participación en el proyecto social de soypoeta
(2012). Segundo Premio del I Concurso Litteratura de Poesía.
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