jueves, 12 de junio de 2025

La alegre Marguerite......Antonio Carbellido Rodríguez*

Finalista del V Concurso Internacional Litteratura de Poesía   

Digo cualquier cosa, y después olvido. Tú lo sabes sonríes,
                                                                           pero yo sigo a tu lado en la desesperación que te procuro.

MARGUERITE DURAS, Emily L.

Foto: Marguerite Duras
Verano

La alegre Marguerite está llorando.
No sabe que cuando se agota el agua es cuando fluye la sed,
que en la herida está la oportunidad,
que en sus pies todavía es bello el mundo.

Desde que está triste, no hay flores en los entierros
ni quema la oscuridad la tinta verde de la vid.

Las cortinas huelen a humo
y la ropa interior se enfría bajo la cama
                                                              manchada de sodio.
Marguerite de mar
                              aterrada ante un vaso de agua.
Isolda, flauta tierna de hueso, 
                                               nervio de la luz:
el eslabón perdido entre el sol y la fiebre.


Otoño

Doña Julia se balancea en su mecedora
                                                                con la mirada perdida,
como si volviese a pasear por Regent Street
—tras el halo de Catherine Deneuve en Belle de jour—,
para reencontrarse con su hija,
                                                  descamisada ante el amanecer
de agua oxigenada,
en las faldas del Tiétar.

Pero la alegre Marguerite ya no escribe,
la han acorralado tanto las paredes blancas
que sus venas se quedaron sin tinta para tachar siquiera el día
que aprendió a sonreír.

La triste Marguerite apenas duerme
                                       porque ya no recuerda cómo despertarse.


Invierno

Un martillo va marcando el compás de las olas
y una luz intermitente reúne disparos anónimos en las postales
de Nueva York.

Han remendado el silencio de los grillos con aullidos de sirenas.

Al papel en blanco se le notan cada vez más
                                                                       las venas en el dorso,
el mar se hace tálamo cada vez que ella sueña con muertos,
mientras les hace trenzas a las olas que llegan hasta sus pies,
recitándoles sus nombres,
                                          como a un pulpo borracho
                                                                                    de sangre
entre los muslos fríos de Blanca Andreu.


Antonio Carbellido Rodríguez

* Nació en Cádiz a mediados de los ochenta. Creció y se educó en Bornos, situado en el último renglón de la Sierra del Calvario, a los pies de un lago donde el tiempo y la luz quedaron estancados hace siglos. Nos cuenta que allí hizo –y deshizo– su juventud con idas y venidas alternas a la capital para terminar sus estudios empresariales. Se dio a conocer al público participando en algunas revistas y recitales poéticos. Desde 2001, lleva confeccionando repertorios para las agrupaciones del carnaval. Después de algunos años en Inglaterra, volvió para publicar el poemario "Anaideia", ganador del IX Premio de Poesía María Luisa García Sierra. También ha ganado el III Certamen DESCONFINADOS 2022 (Valladolid), y quedó finalista del XLIII Certamen de poesía Manuel Chamorro de Martos (Jaén), así como del IX Certamen Poeta Juan Calderón (Ed. Agoeiro). Finalista del V Concurso Internacional Litteratura de Relato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...